Europa está en camino hacia una agenda sostenible casi perfecta para el año 2030, de tal manera que el desarrollo sostenible se convierta en la norma en el territorio. Pero a medida que entran en vigor nuevas regulaciones, aún quedan muchos desafíos.
La introducción de una nueva directiva, Corporate Sustainability Reporting Directive (CSDR), recientemente aprobada por el Consejo Europeo, así como la nueva ley aprobada para la lucha contra la deforestación y la degradación forestal, son solo algunos ejemplos del compromiso de la Unión Europea. hacia el logro de sus objetivos de sostenibilidad.
Sin embargo, ya pesar de todos estos esfuerzos, el camino hacia el desarrollo sostenible no es fácil, y si bien algunas normas y acciones se están convirtiendo en un ejemplo de liderazgo responsable para otros territorios, existen muchos desafíos que aún deben abordarse.
El actual estado de la sostenibilidad en la UE
El compromiso de la Unión Europea y sus estados miembros con el logro de los ODS ha sido bastante notable en los últimos años, estando los 27 de ellos entre los 50 primeros en el índice global de ODS.
Ha habido muy buenos resultados en la erradicación de la pobreza y la promoción de la salud y el bienestar para todos, convirtiendo a varios de los territorios europeos en algunos de los lugares más felices del mundo.
Sin embargo, aún hay mucho margen de mejora en muchos otros aspectos; por ejemplo, hay resultados especialmente negativos en lo que se refiere a la protección de los océanos y los recursos marinos, incluyendo la falta de un modelo de producción y consumo sostenible.
Por lo tanto, si bien promover el fin de las desigualdades y luchar por la diversidad es un aspecto central del desarrollo sostenible y la cohesión social, claramente hay muchos aspectos que deben mejorar si Europa quiere tener un futuro sostenible.
Los principales retos para el desarrollo sostenible de la UE
Podemos hablar de cuatro desafíos principales que están pendientes ahora mismo para el futuro del desarrollo sostenible de Europa y que también podrían allanar el camino para que otros estados y territorios aceleren su propia transición sostenible:
Por un lado, existe una necesidad global de desarrollar y mejorar modelos de economía circular, y la Unión Europea no es ajena a esto.
Ni siquiera el 10% de la economía mundial es circular, lo que significa que estamos abusando de los recursos del planeta. Es por eso que la UE adoptó el Plan de Acción de Economía Circular como parte del Pacto Verde Europeo.
Asegurarse de que los estados miembros generen menos desechos y mantengan los productos y recursos circulando en la economía el mayor tiempo posible es uno de los principales desafíos y objetivos de la UE en la actualidad.
Por otro lado, y en línea con la necesidad de un modelo de economía circular y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la UE se enfrenta a un reto en cuanto a la producción y el desperdicio de alimentos.
Todavía queda mucho margen de mejora en este sentido para la protección y el medio ambiente y la reducción de la cantidad de alimentos que se desperdician en el territorio europeo.
Uno de los temas más importantes y destacados cuando hablamos de desarrollo sostenible es la producción de energía, en concreto la producción de energía sostenible o renovable. Europa está comprometida con una red energética de entre un 20 % y un 30 % limpia y con bajas emisiones de carbono para 2030.
Esto significa que los estados miembros europeos tienen la responsabilidad de reducir la importación y el uso de combustibles fósiles, promover la eficiencia de los edificios, el transporte público y ecológico, etc. El desafío sigue siendo avanzar en este objetivo y crear un futuro más limpio y nuevos puestos de trabajo.
Por último, pero no menos importante, tenemos que hablar de los retos sociales para hacer de Europa una sociedad más justa. Esto incluye la creación y promoción de empleos dignos, la cohesión social, acabar con las desigualdades y garantizar la igualdad de oportunidades para todos.
También hay temas como la eficiencia y accesibilidad de los sistemas de salud o el abordaje del abandono de las zonas rurales.
Transparencia para el futuro del desarrollo sostenible de Europa
La falta de información y transparencia acerca de lo que las empresas y otras organizaciones están haciendo para dar una respuesta efectiva al cambio climático es probablemente uno de los mayores obstaculos a los que hoy se enfrenta la sociedad.
Las personas y los gobiernos no pueden luchar por lo que es mejor para el planeta, y consecuentemente, para ellos mismos, si no saben qué es lo que esta causando tal devastación en primer lugar.
De manera similar, tampoco pueden las empresas gestionar aquello que no miden y no entienden. Porque ser transparente no es solo una externalidad de las empresas u organizaciones para ayudar a crear confianza y reputación; es también un mecanismo brillante de aprendizaje y mejora continua.
DoGood y la transparencia
En DoGood estamos convencidos de la necesidad de entender y gestionar los esfuerzos por conseguir una transición sostenible dentro de las organizaciones para el correcto y eficiente funcionamiento de las mismas.
En este sentido, es esencial para nuestro trabajo promover una buena cultura de gobernanza; es decir, que se sigan todos los procesos de transparencia y divulgación.
Hemos desarrollado una herramienta de gobierno corporativo que ayude a establecer objetivos de impacto ESG para los empleados en lo que respecta a la estrategia de sostenibilidad de la empresa. Mediante nuestra tecnología somos capaces de activar y trazar el impacto de los empleados ayudando a crear mayor involucración, mejores métricas ESG, valor reputacional y un impacto positivo para el planeta y la sociedad.
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