La debida diligencia es crucial para determinar qué deben abordar y sobre qué deben informar las empresas y organizaciones; y la sostenibilidad, a día de hoy, es también una parte central de esto.
La última regulación de la Comisión Europea, la Directiva sobre informes de sostenibilidad corporativa (CSRD), se está convirtiendo en una herramienta clave para ayudar a las empresas a comprender cómo informar sobre su diligencia debida en materia de sostenibilidad.
Pero, ¿qué es exactamente esta llamada debida diligencia en materia de sostenibilidad y por qué es tan importante que las organizaciones informen y trabajen en ello?
¿Qué significa la debida diligencia en sostenibilidad para las empresas?
La debida diligencia en materia de sostenibilidad se refiere a las acciones o medidas que toma una organización para identificar y actuar sobre sus riesgos reales y potenciales tanto para la sociedad como para el medio ambiente.
Además, dichos riesgos y acciones van más allá de las propias operaciones de la empresa, sino que abarcan también toda la cadena de valor. Al igual que la gestión de riesgos empresariales, la diligencia debida en materia de sostenibilidad consiste en comprender el alcance y los efectos que dichos riesgos podrían tener en las personas y el planeta.
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La debida diligencia, al igual que la debida diligencia en materia de sostenibilidad, tiene que ver en gran medida con tener la conducta adecuada para abordar los riesgos. Sin embargo, no todos los riesgos tienen el mismo impacto ni trascienden tan profundamente en la empresa, por lo que la proporcionalidad es clave.
Esto es, dependiendo del impacto real o potencial de un problema determinado, una empresa debe actuar en consecuencia, pero también en proporción tanto al problema como a su capacidad para resolverlo o abordarlo.
Por último, pero no menos importante, es importante recordar que la debida diligencia en sostenibilidad abarca un amplio espectro de circunstancias que afectan a todas las empresas por igual.
Estos problemas pueden ir desde la deforestación o el uso ilegal de la tierra hasta el acoso laboral, por nombrar algunos ejemplos.
La importancia de reportar la debida diligencia en materia de sostenibilidad
Por supuesto, no podemos olvidarnos de uno de los pasos más importantes en el universo de la diligencia debida: la presentación de informes.
Lejos de ser solo un requisito legal para la mayoría, es una información que puede demostrar que las organizaciones conocen y comprenden a qué impactos y riesgos se enfrentan y los que inducen, potenciales o reales, sobre las personas, sus derechos humanos y el medio ambiente.
Como ya hemos explicado, dichos informes, si están completos y bien hechos, deben incluir un informe sobre las propias operaciones de la empresa, así como sobre toda su cadena de suministro y valor, que demuestre que sus políticas y acciones o las de sus proveedores no contribuyen a abusos de los derechos humanos o del medio ambiente.
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El papel de los empleados en la elaboración de informes de sostenibilidad.
La gestión de los empleados es parte de una evaluación eficiente de riesgos e impactos, además, ellos mismos deberían ser una parte activa y central de los esfuerzos de las empresas para mejorar las estrategias de sostenibilidad y, en consecuencia, los informes de sostenibilidad.
Es en este contexto que creemos que la sostenibilidad no puede ser cosa de un solo departamento o una sola política, solo es efectiva y productiva cuando la integramos en toda la empresa, en el corazón de los empleados y otros grupos de interés relevantes.
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