En otra entrega más del esfuerzo de la Unión Europea para transformar su economía, el recientemente adoptado Reglamento de Diseño Ecológico para Productos Sostenibles (ESPR) está reclamando su lugar muy relevante en este viaje hacia la sostenibilidad.
Lo que encontrarás
Transformar la economía europea en una economía que sea sinónimo de prácticas empresariales sostenibles comienza, en primer lugar, con la producción de productos sostenibles.
Mientras que regulaciones y directivas como la CSDDD o la CSRD abordan cómo las empresas cumplen con los estándares de sostenibilidad interna y externamente, el Reglamento de Diseño Ecológico para Productos Sostenibles o ESPR se centra en el ciclo de vida y el impacto de todos los productos comercializados en el mercado de la UE.
Echemos un vistazo a lo que significa este reglamento recientemente aprobado para las empresas, los bienes que producen y el futuro de la economía y la sociedad europeas.
¿Qué es el ecodiseño y por qué es importante?
El ecodiseño, como sugiere la propia palabra, se refiere al diseño de productos de una manera que sea ecológicamente responsable y sostenible. Esto incluye todo el ciclo de vida del producto, desde la producción hasta la durabilidad y el reciclaje.
Un enfoque de diseño ecológico tiene como objetivo encontrar soluciones innovadoras y eficaces al impacto medioambiental de los productos a lo largo de su ciclo de vida. Y la clave para ello es, por supuesto, impulsar dichas soluciones a través de datos medioambientales o evaluaciones del ciclo de vida.
Esta definición debería ser suficiente para comprender la importancia de adoptar un enfoque de ecodiseño para el futuro sostenible de nuestra economía y sociedad.
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Nuestro mercado de producción actual está inundado de productos básicos que se convierten en residuos demasiado pronto, lo que hace que la obsolescencia programada sea un elemento definitorio en la forma en que las empresas diseñan productos. El ecodiseño es importante precisamente porque podría permitir que este sistema de autosabotaje deje de existir.
La UE podría haber comprendido por fin la relevancia del ecodiseño para el futuro sostenible del territorio, fijando objetivos más ambiciosos para las empresas; aunque este no es su primer intento.
La Directiva Europea de Ecodiseño
Antes del borrador y aprobación del Reglamento sobre diseño ecológico para productos sostenibles, la UE ya había establecido ciertos límites al diseño ambientalmente consciente de un conjunto determinado de grupos de productos dentro de la Unión Europea.
Estos límites se convirtieron en una directiva en 2009 bajo la Directiva Europea de Ecodiseño. Este último estableció normas ecológicas para ciertos grupos de productos y trabajó de la mano con el reglamento sobre etiquetado energético, ya que establecía requisitos de diseño relativos a productos con uso intensivo de energía y GEI.
Gracias a esta directiva, el consumo de energía de los productos regulados se redujo significativamente y ahorró a los consumidores millones de euros en gasto energético. Pero, en marzo de 2022, se propuso la ESPR para reemplazar la Directiva de Ecodiseño existente.
El Reglamento de Ecodiseño para Productos Sostenibles
En un esfuerzo por aportar más matices y ambición al diseño ecológico de productos dentro de las fronteras europeas, en 2022 se propuso la ESPR como reemplazo de los estándares actuales. En abril de 2024 finalmente se aprobó y pronto se convertirá en ley.
El Reglamento de Ecodiseño para Productos Sostenibles introduce nuevos requisitos, así como nuevos grupos de productos, lo que significa que será aplicable a una gama más amplia de empresas.
El reglamento afecta prácticamente a todos los productos comercializado o puestos en servicio en la UE, con excepción de los productos alimenticios o médicos. Desde la electrónica hasta los textiles y los productos químicos, la ESPR plantea una gran ambición en cuanto a su aplicabilidad.
Guía sobre la Directiva Europea "Green Claims"
Descubra cómo la UE está sentando las bases de lo que las empresas pueden y no pueden llamar sostenible, verde o ecológico.
El reglamento y sus estándares se basan en aspectos clave como la durabilidad, reutilización, reparabilidad, eficiencia energética y de recursos, reciclaje o remanufactura de los productos; todo lo cual es crucial para el futuro del mercado de la UE.
En cuanto a las partes interesadas, y en línea con la próxima Directiva sobre «Declaraciones Verdes», la ESPR introduce un pasaporte digital para productos regulados; uno que permita a los consumidores, reguladores y otros actores acceder fácilmente a la información de sostenibilidad del producto.
Y, además de todo esto, el reglamento también tendrá como objetivo poner fin a la práctica de destruir bienes no vendidos, exigiendo a las empresas que adopten medidas contra ella y revelen datos sobre los productos no vendidos.
¿Cómo pueden prepararse las empresas para la ESPR?
El reglamento seguirá un enfoque de priorización, lo que significa que comenzará a aplicarse a productos que consuman más energía. Así que lo primero que debe hacer es averiguar si los productos de su empresa se encuentran efectivamente entre estos (textiles, hierro, acero, neumáticos, muebles, etc.)
Pero, dejando de lado el tiempo, lo que está claro es que en algún momento la regulación llegue a su empresa, por lo que lo más importante es comprender el impacto que tienen los productos a lo largo de su vida. Por lo tanto, la mejor manera de evaluar dicho impacto es definitivamente realizando una evaluación del ciclo de vida de los productos determinados.
Preparando el escenario para una sostenibilidad corporativa exitosa
Ya sea que se trate de una corporación pequeña, mediana o grande, los conceptos de durabilidad, reparabilidad y circularidad general de los productos son cruciales para el éxito a largo plazo de cualquier negocio. Pero, dado el sistema de desechabilidad en el que hemos estado viviendo durante las últimas décadas, nadie puede garantizar que este sea un viaje fácil.
El cambio debe ocurrir dentro de la organización para que pueda permear genuinamente las prácticas comerciales. Es a partir de una cultura laboral sólida y una convicción o conciencia sostenible que las soluciones innovadoras pueden florecer de manera más rápida y efectiva.
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En DoGood, nuestro objetivo es simplificar la red tan compleja de objetivos de sostenibilidad para las empresas, ofreciendo una plataforma que traduce los objetivos ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) de alto nivel en tareas ejecutables para cada empleado.
Entonces, cada empleado no sólo sabe cómo generar un impacto, sino que también se siente capacitado para contribuir significativamente a una estrategia sostenible mayor.
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