- El cambio real sólo ocurre cuando los empleados sienten que son dueños de la misión, entienden su papel para lograrla y están capacitados para tomar acciones significativas.
- Cuando los empleados tienen un sentido de iniciativa, la resistencia comienza a disiparse y es reemplazada por una cultura que no solo está abierta al cambio sino que lo impulsa activamente.
- Si los empleados sienten que sus contribuciones importan y ven el impacto real de sus acciones, las empresas pueden fomentar más fácilmente una cultura de compromiso activo y mejora continua.
Lo que encontrarás en este artículo
¿Qué es la inercia organizacional?
La inercia organizacional es un problema cultural bien conocido en muchas empresas, pero a menudo tiende a pasar desapercibido. Este concepto se refiere a la resistencia al cambio que las organizaciones tienden a exhibir, a menudo en forma de normas culturales profundamente arraigadas, procesos obsoletos y comodidad con el status quo.
La inercia organizacional puede manifestarse de formas sutiles, pero es una fuerza poderosa que puede impedir que incluso las empresas mejor intencionadas evolucionen, particularmente cuando se trata de cambios importantes como la sostenibilidad.
Esta inercia crea una barrera que puede hacer que adoptar iniciativas de sostenibilidad resulte tedioso, lento y frustrante, incluso para quienes creen en la urgencia del cambio. Pero, en un mercado como el actual, en el que los grupos de interés exigen cada vez más acciones contundentes en materia de ESG, las organizaciones ya no pueden darse el lujo de quedarse de brazos cruzados.
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Sin embargo, para superar esta resistencia se necesitan más que simples mandatos ejecutivos: se requiere empoderar a los empleados de todos los niveles para que se conviertan en participantes activos en el impulso de la transformación sostenible de la empresa.
La pregunta entonces es: ¿cómo pueden las organizaciones superar esta inercia y fomentar una cultura que persiga activamente los objetivos ESG?
Cómo superar la inercia organizacional
La respuesta a esta última pregunta radica en reconocer que los cambios culturales no siempre se producen desde arriba. El cambio real solo se produce cuando los empleados sienten que son dueños de la misión, comprenden su papel para lograrla y están capacitados para tomar medidas significativas.
Para liberarse de la inercia organizacional, por supuesto, son necesarios esfuerzos intencionales por parte del liderazgo, pero más importante aún, se requiere un cambio de mentalidad en todos los niveles de la empresa.
El primer paso para superar este desafío es reconocer que el cambio no es una iniciativa aislada, sino un proceso que necesita un refuerzo constante. Esto comienza con una comunicación clara por parte de los líderes, que establezca el tono de por qué el cambio es necesario, no solo para los resultados de la empresa, sino para su sostenibilidad y relevancia a largo plazo.
Una de las formas más eficaces de contrarrestar la inercia es incorporar objetivos ESG en las operaciones de la empresa; es decir, los criterios ESG deben convertirse en parte del ADN organizacional e influir en las decisiones cotidianas. Para ello es necesario establecer objetivos específicos, medibles y viables.
Además, las empresas deben centrarse en empoderar a los empleados para que se apropien del proceso de cambio. Esto va más allá de los programas de capacitación o concienciación; se trata de brindarles a los empleados las herramientas, los recursos y la autoridad para tomar decisiones que respalden los objetivos ESG. Cuando los empleados tienen un sentido de iniciativa, la resistencia comienza a disiparse y es reemplazada por una cultura que no solo está abierta al cambio, sino que lo impulsa activamente.
Cómo empoderar a los empleados para impulsar la transformación sostenible
Superar la inercia organizacional no consiste solo en eliminar barreras, sino en empoderar a los empleados para que se conviertan en agentes de cambio significativos. Cuando los empleados están capacitados y motivados para impulsar la transformación, las empresas pueden implementar de manera más eficaz iniciativas críticas, como la sostenibilidad y el logro de objetivos ESG clave.
A continuación, hemos reunido varias estrategias que las empresas pueden utilizar para empoderar a su fuerza laboral y fomentar un cambio sostenible:
Responsabilidad ESG en todos los niveles
La mejor manera de oponer resistencia a un cambio significativo y garantizar el progreso en los objetivos ESG es incorporar la rendición de cuentas en toda la organización. Esto implica establecer objetivos ESG claros y medibles para los equipos y las personas, tal como lo hacen las empresas con respecto al desempeño financiero u operativo.
Las métricas ESG deberían formar parte de las evaluaciones de desempeño, los indicadores clave de desempeño de los ejecutivos e incluso de los paquetes de compensación. Cuando todos, desde los directivos hasta los empleados de primera línea, comprenden su papel en el avance de las iniciativas ESG (y son responsables de cumplir estos objetivos), la sostenibilidad pasa a ser parte del proceso de toma de decisiones cotidiano de la organización, en lugar de ser una cuestión de último momento.
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Fomerntar la colaboración entre departamentos
Las iniciativas de sostenibilidad suelen estancarse en departamentos específicos, lo que limita su impacto y alcance. Para impulsar un cambio cultural más amplio, las empresas pueden establecer equipos interdepartamentales o canales de comunicación que faciliten a los empleados de diferentes unidades de la empresa compartir conocimientos sobre sostenibilidad y plantear inquietudes o ideas sobre cuestiones ESG.
Al fomentar la colaboración, las empresas pueden aprovechar diversas perspectivas, generar soluciones creativas e innovadoras, y garantizar que los objetivos ESG se integren en todos los aspectos del negocio.
Permitir que los empleados se responsabilicen
Dar a los empleados la posibilidad de asumir la responsabilidad de la sostenibilidad puede ser un punto de inflexión. Las empresas pueden poner en marcha programas de innovación internos en los que se anime a los empleados a proponer, probar, aprender e incluso llevar a cabo distintas iniciativas relacionadas con los criterios ESG.
Al utilizar la tecnología para llevar a cabo estas últimas acciones, las empresas pueden acceder a datos sobre el impacto de estas acciones y comunicarlos a los empleados para que comprendan el alcance y la importancia de sus acciones. Porque, cuando los empleados sienten que sus contribuciones importan y ven el impacto real de sus acciones, se fomenta una cultura de compromiso activo y mejora continua.
Empoderar a los empleados para superar la inercia organizacional
Superar la inercia organizacional es fundamental para las empresas comprometidas con la sostenibilidad y el logro de sus objetivos ESG. Al incorporar la responsabilidad, fomentar la colaboración y empoderar a los empleados para que innoven, las organizaciones pueden superar la resistencia y cultivar una cultura de cambio.
La verdadera transformación se produce cuando cada persona de la empresa siente la responsabilidad y la capacidad de contribuir a estos objetivos estratégicos. En el panorama empresarial actual, las empresas que triunfen a largo plazo serán aquellas que no solo se adapten al cambio, sino que lo impulsen activamente desde dentro.
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En DoGood, nuestro objetivo es simplificar la red tan compleja de objetivos de sostenibilidad para las empresas, ofreciendo una plataforma que traduce los objetivos ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) de alto nivel en tareas ejecutables para cada empleado.
Entonces, cada empleado no sólo sabe cómo generar un impacto, sino que también se siente capacitado para contribuir significativamente a una estrategia sostenible mayor.
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