- El estado de nuestro entorno y la forma en que interactuamos con él tiene un profundo impacto en nuestra salud mental, del mismo modo que nuestro bienestar psicológico influye en cómo nos relacionamos con el mundo que nos rodea.
- Un sentimiento de miedo hacia una posible catástrofe ambiental y social no sólo alimenta la incapacidad de tomar medidas en favor del planeta y la sociedad, sino que puede llegar a paralizar otras cuestiones en la vida de las personas.
- Tomar acción como parte de un grupo puede restaurar una sensación de control y esperanza, y cambiar la narrativa de una de decadencia inevitable a una de transformación potencial.
Qué encontrarás en este artículo
Salud mental y sostenibilidad
La conexión entre la sostenibilidad y la salud mental es crucial, aunque a menudo se pasa por alto; a primera vista, estos conceptos pueden parecer no relacionados, uno centrado en el medio ambiente y el desarrollo social, y el otro en el bienestar humano; sin embargo, la relación entre ambos es profunda.
El estado de nuestro entorno y la forma en que interactuamos con él tiene un profundo impacto en nuestra salud mental, del mismo modo que nuestro bienestar psicológico influye en cómo nos relacionamos con el mundo que nos rodea.
Un mundo sostenible es aquel en el que los seres humanos pueden prosperar no solo físicamente, sino también emocional y mentalmente. Pero nuestro mundo actual, marcado por la contaminación global y el cambio climático, fomenta sentimientos de impotencia, desde la ansiedad hasta la depresión, y un número cada vez mayor de población que consume antidepresivos.
Comprender y abordar esta intersección es vital tanto para el bienestar personal como para la salud del planeta.
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La carga emocional del cambio climático
Como acabamos de mencionar, el estado de nuestro planeta tiene un impacto muy importante en nuestra propia salud mental. La carga emocional que el cambio climático y la erosión social suponen para las personas ha creado una realidad emocional angustiante que ha afectado especialmente a las generaciones más jóvenes.
Este estado emocional es comprensible si pensamos en lo que significan desastres naturales como los incendios forestales, las inundaciones frecuentes o las condiciones climáticas extremas para nuestra capacidad de vivir una vida sana y feliz. Además, ese sentimiento de miedo a una “catástrofe ambiental” no sólo alimenta la incapacidad de tomar medidas en favor del planeta y la sociedad, sino que puede llegar a paralizar otras cuestiones en la vida de las personas.
Aunque no hay consenso sobre un diagnóstico oficial de “ansiedad climática”, estas emociones no pueden considerarse miedos abstractos o irracionales; de hecho, se ven agravadas por las consecuencias muy reales de vivir en un mundo donde el cambio climático está transformando la vida diaria.
Además, esta carga se ve agravada por la falta de control y responsabilidad y por la sensación de que sus acciones personales son demasiado pequeñas para marcar una diferencia significativa ante una crisis global tan abrumadora.
Abordar estos desafíos emocionales requiere no sólo acción ambiental, sino también apoyo psicológico y estrategias que empoderen a las personas para sentirse parte de las soluciones colectivas.
El poder de la acción colectiva
La acción colectiva desempeña un papel fundamental para ayudar a las personas a afrontar los abrumadores sentimientos de temor e impotencia asociados con el desastre ambiental y social. Cuando las personas se unen en comunidades a través del activismo ambiental u otras iniciativas locales de sostenibilidad, por ejemplo, crean un sentido compartido de propósito y capacidad de acción.
Este sentido de pertenencia y el conocimiento de que otros trabajan por los mismos objetivos pueden aliviar los sentimientos de aislamiento e impotencia. Además, participar en acciones colectivas no solo amplifica el impacto de los esfuerzos individuales, sino que también fomenta un entorno de apoyo donde las personas pueden compartir sus emociones, experiencias y esperanzas, lo que ayuda a contrarrestar el peso de la ecoansiedad.
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En resumen, la acción colectiva proporciona una forma tangible de abordar los problemas que causan angustia, porque actuar como parte de un grupo puede restablecer una sensación de control y esperanza, y cambiar la narrativa de una de decadencia inevitable a una de transformación potencial.
Cuando las personas trabajan juntas, los resultados son más visibles y poderosos, y refuerzan la creencia de que el cambio es posible. Este esfuerzo colectivo crea un efecto dominó que ayuda a las personas a lidiar con su carga emocional mientras impulsan cambios sistémicos.
Aprovechar la acción colectiva en las organizaciones
La acción colectiva dentro de las organizaciones no sólo impulsa la sostenibilidad, sino que también ofrece una forma poderosa de abordar los desafíos de salud mental vinculados a los sentimientos de impotencia que describíamos anteriormente.
Cuando los empleados se unen para trabajar en pos de la sostenibilidad y los objetivos ESG, crean un sentido de propósito y agencia que puede aliviar la carga emocional de las crisis ambientales y sociales.
Al canalizar sus preocupaciones en iniciativas proactivas y estratégicas, las personas adquieren una sensación de control y responsabilidad compartida, lo que puede mejorar significativamente el bienestar mental y al mismo tiempo impulsar los esfuerzos de sostenibilidad organizacional.
Si bien iniciativas aisladas como la reducción de residuos o la participación en programas de reciclaje de toda la empresa son esfuerzos importantes y valiosos, un enfoque más estratégico permite a los empleados integrar la sostenibilidad en el modelo de negocio más amplio.
De hecho, los empleados están en una posición privilegiada para fomentar un cambio significativo al unirse para crear una cultura de sostenibilidad en su lugar de trabajo. Al trabajar en conjunto, los empleados pueden formar equipos «verdes», comités de sostenibilidad o grupos de trabajo que se centren en alinear las operaciones diarias con los objetivos ESG a largo plazo.
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En DoGood, nuestro objetivo es simplificar la red tan compleja de objetivos de sostenibilidad para las empresas, ofreciendo una plataforma que traduce los objetivos ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) de alto nivel en tareas ejecutables para cada empleado.
Entonces, cada empleado no sólo sabe cómo generar un impacto, sino que también se siente capacitado para contribuir significativamente a una estrategia sostenible mayor.
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