Dar prioridad a la diversidad y al compromiso de los empleados se ha convertido en una necesidad empresarial y en un imperativo moral. La pregunta ahora es: ¿cómo pueden las empresas farmacéuticas crear una plantilla más inclusiva y comprometida?
Lo que encontrarás en este artículo
El reto de la diversidad y el compromiso en el sector farmacéutico
La industria farmacéutica es una piedra angular de la salud mundial, impulsa la innovación y proporciona tratamientos que salvan vidas a millones de personas. Sin embargo, bajo sus logros pioneros se esconde un reto aun muy relevante: el sector sigue luchando contra la falta de diversidad, equidad e inclusión y de compromiso de los empleados.
Según un informe de McKinsey de 2023, las mujeres y las minorías infrarrepresentadas siguen estando significativamente infrarrepresentadas en los puestos directivos. Esta falta de diversidad no solo ahoga la innovación, sino que también socava la capacidad del sector para atender las diversas necesidades de su población mundial de pacientes.
Por otra parte, los problemas de compromiso de los empleados siguen siendo críticos para la industria. La naturaleza de alta presión del propio sector farmacéutico, junto con las elevadas exigencias acumuladas de la pandemia de COVID-19, ha provocado un «burn-out» generalizado y problemas de salud mental.
De hecho, un estudio reciente reveló que más del 45% de los profesionales de este sector afirmaban sentirse sobrecargados de trabajo y experimentar altos niveles de estrés. Estos retos se ven agravados por culturas corporativas tradicionales que a menudo se resisten al cambio, lo que dificulta la puesta en marcha de iniciativas significativas de DEI y compromiso.
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En definitiva, es mucho lo que está en juego para la industria farmacéutica y para muchas otras. Las empresas que no aborden estas cuestiones corren el riesgo de quedarse rezagadas en un panorama cada vez más competitivo.
Se ha demostrado que los equipos diversos impulsan la innovación y que los empleados comprometidos son más productivos y leales. Dar prioridad a la DEI y al compromiso de los empleados se ha convertido en una necesidad empresarial y en un imperativo moral. La pregunta ahora es, ¿cómo pueden las empresas farmacéuticas superar estos retos y construir una plantilla más inclusiva y comprometida?
Analizando la raíz del problema
Aunque las contribuciones de la industria farmacéutica a la salud mundial son innegables, sus retos internos con la diversidad y el compromiso de los empleados son igualmente significativos. Estos problemas no solo obstaculizan la innovación y la productividad, sino que también dañan la reputación del sector y su capacidad para atraer a los mejores talentos.
Analicemos algunos de los principales retos a los que se enfrentan las empresas farmacéuticas en la actualidad y por qué es fundamental abordarlos para lograr el éxito a largo plazo.
Falta de diversidad en la dirección
A pesar de los avances de los últimos años, la industria farmacéutica sigue luchando contra la falta de diversidad en los puestos directivos. Las mujeres y las minorías infrarrepresentadas siguen estando muy poco representadas en los puestos ejecutivos.
Sólo el 20% de los ejecutivos farmacéuticos son mujeres, y las cifras son aún más bajas en el caso de las personas de color. Esta falta de representación en la cúpula perpetúa las barreras sistémicas y limita la capacidad del sector para innovar y conectar con diversas poblaciones de pacientes.
Está demostrado que los equipos de liderazgo diversos impulsan la toma de decisiones y los resultados financieros; de hecho, las empresas que obtienen mejores resultados en términos de diversidad de género tienen un 25% más de probabilidades de superar a sus homólogas, según McKinsey.
"Burn-out" de los empleados y problemas de salud mental
El entorno de alta presión de la industria farmacéutica, exacerbado por la pandemia de 2020, ha provocado un agotamiento o burnout generalizado y problemas de salud mental. Hasta un 45% de los empleados han declarado tener problemas con el exceso de trabajo y la falta de conciliación de la vida laboral y familiar.
El agotamiento no sólo afecta al bienestar de los empleados, sino que también provoca una disminución de la productividad, mayores tasas de rotación y un aumento de los costes para las empresas. La salud mental es un componente crítico del compromiso de los empleados, y dar prioridad al bienestar conduce a mayores tasas de retención y a un mejor rendimiento.
Resistencia al cambio en la cultura empresarial
Al igual que muchas organizaciones, las empresas farmacéuticas operan dentro de culturas corporativas tradicionales que a menudo se resisten al cambio y dificultan la implantación de iniciativas eficaces de DEI o compromiso.
Esta resistencia suele deberse a la falta de concienciación, a prejuicios inconscientes o al miedo a alterar las normas establecidas. Las empresas farmacéuticas, entre muchas otras, a menudo luchan por ir más allá de los esfuerzos simbólicos de diversidad para crear lugares de trabajo verdaderamente inclusivos.
Una cultura que acepta el cambio es esencial para fomentar la innovación y retener a los mejores talentos. Las empresas que no se adaptan corren el riesgo de quedarse rezagadas en un sector en rápida evolución.
Dificultad para medir el éxito de las iniciativas DEI y el compromiso
Uno de los mayores retos a los que se enfrentan las empresas farmacéuticas es medir la eficacia de sus iniciativas DEI y de compromiso. Sin métricas claras y enfoques basados en datos, es difícil hacer un seguimiento del progreso o demostrar el retorno de la inversión.
No se puede gestionar lo que no se comprende, y medir es clave para comprender. Las empresas que invierten en estrategias de DEI y compromiso basadas en datos están mejor equipadas para identificar carencias, establecer objetivos y lograr avances significativos.
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Pasos prácticos para impulsar la diversidad y el compromiso en el sector farmacéutico
Los retos a los que se enfrentan las empresas farmacéuticas en relación con la DEI y el compromiso de los empleados son muy reales y a menudo complejos, pero eso no significa que sean imposibles de abordar.
Con las estrategias adecuadas, las empresas pueden crear lugares de trabajo más integradores, levantar la moral de los empleados e impulsar mejores resultados empresariales. He aquí algunos pasos prácticos para empezar.
- Crear un liderazgo integrador: Formar a los líderes para que defiendan la DEI abordando los prejuicios inconscientes, fomentando la comunicación abierta y creando oportunidades para los grupos infrarrepresentados. Los líderes inclusivos marcan la pauta para toda la organización, haciendo que los empleados se sientan valorados y escuchados.
- Priorizar el bienestar de los empleados: Implantar programas de salud mental, ofrecer modalidades de trabajo flexibles y crear una cultura que apoye el equilibrio entre la vida laboral y personal. Los empleados que se sienten respaldados están más comprometidos y son más productivos y leales.
- Utilizar los datos para impulsar los esfuerzos de DEI: Establece objetivos claros de DEI, realiza un seguimiento de los avances con análisis y comparte periódicamente las actualizaciones con los empleados. Los enfoques basados en datos garantizan la responsabilidad y ayudan a las empresas a identificar áreas de mejora.
- Aprovecha las herramientas de compromiso: Utiliza plataformas que promuevan la colaboración, el reconocimiento y la retroalimentación para mantener a los empleados conectados y motivados. Es más probable que los empleados comprometidos permanezcan en la empresa y contribuyan a su éxito.
Una llamada a la acción para la industria farmacéutica
Con todo lo que hemos desvelado anteriormente, podemos afirmar que la industria farmacéutica se encuentra en una encrucijada. A pesar de su importante contribución a la salud mundial, los problemas internos relacionados con la diversidad y el compromiso de los empleados amenazan con socavar su potencial.
La buena noticia es que hay muchas soluciones: mediante la creación de un liderazgo integrador, la priorización del bienestar de los empleados, el aprovechamiento de estrategias basadas en datos y la inversión en herramientas de formación y compromiso, las empresas farmacéuticas pueden crear lugares de trabajo en los que todos prosperen.
Pero el progreso no se producirá de la noche a la mañana, sino que requiere compromiso, colaboración y los socios adecuados. Para las organizaciones dispuestas a dar el siguiente paso, trabajar con expertos en sostenibilidad y compromiso de los empleados puede proporcionar la orientación y las herramientas necesarias para impulsar un cambio significativo.
Ahora es el momento de actuar. Construyamos un futuro en el que cada empleado se sienta valorado, apoyado y capacitado para marcar la diferencia.
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