Entender cómo las personas, empresas y gobiernos toman decisiones sobre el uso del océano es el primer paso hacia la sostenibilidad. Para definir el valor que se le da al océano y a sus recursos primero debemos preguntarnos lo más importante para nosotros es el beneficio económico o si por otro lado, nos interesa más conservar y proteger los recursos naturales.
¿Qué es la economía azul?
El concepto de economía azul nace de la necesidad de desvincular el desarrollo socioeconómico de la destrucción y explotación del medio ambiente y sus recursos.
La Comisión Europea la define como «Todas las actividades económicas relacionadas con los océanos, mares y costas».
Al igual que la «economía verde», el modelo de economía azul tiene como objetivo mejorar el bienestar humano y la equidad social, al tiempo que reduce significativamente los riesgos ambientales y la escasez de recursos naturales.
Según The Commonwealth of Nations, la economía azul es considerada como «un concepto emergente que fomenta una mejor administración de nuestro océano o recursos azules».
En pocas palabras, la «economía azul» se refiere a la variedad de usos económicos de los recursos oceánicos y costeros como la energía, el transporte marítimo, la pesca, la minería y el turismo. También incluye los beneficios económicos que pueden no comercializarse como el almacenamiento de carbono, la protección de las costas, los valores culturales y la biodiversidad.
¿Cómo puede contribuir la economía azul al Pacto Verde Europeo?
A través de modelos más sostenibles, la economía azul utilizará los recursos de los océanos para contribuir a la consecución de los objetivos del Pacto Verde Europeo de una economía europea más neutra y resistente desde un punto de vista climático.
La comisión europea agrega que la economía azul contribuye con:
- Una reducción del 90% de las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte marítimo.
- La descarbonización del transporte marítimo.
- Minimizar el impacto ambiental de la pesca en los hábitats marinos.
- Hacer más circulares los sectores de la economía azul.
- Ampliar la energía renovable en alta mar.
- Contribuir a la transición hacia un sistema alimentario sostenible y con bajas emisiones de carbono.
Por otro lado, la Comisión y el Banco Europeo de Inversiones continuarán abogando por los principios de financiación sostenible de la economía azul ante los inversores privados. Como resultado se crearán oportunidades tangibles para nuevos empleos y empresas.
Más allá del mercado
La economía azul no solo se limita a las oportunidades de mercado, sino que además vela por la protección y el desarrollo de los recursos «azules» más intangibles, como por ejemplo: la capacidad de recuperación de las costas para ayudar a los Estados vulnerables a mitigar los efectos del cambio climático.
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