Entrevistamos a Alejandro Roset, cofundador de Re-Pot Market, el supermercado que prescinde del plástico para proponer la economía circular como núcleo estratégico del negocio.
Nuestro sistema actual se centra en el reciclaje y poco a poco deberíamos tender a la reutilización, pero hay un tema aún más importante y que va antes de estas dos cosas, y es reducir.
Alejando Roset
Hace unos días que en DoGood tuvimos el placer de sentarnos con Alejandro Roset, cofundador de Re-pot Market, para adentrarnos en su modelo de negocio, su filosofía como empresa sostenible, y sobre todo, su amplio conocimiento acerca de la economía circular y su cada vez mayor importancia para el bienestar de la sociedad y el planeta.
Y es que Re-pot, aunque nace de una idea que no a pocas generaciones les sonará familiar, como es la reutilización y retorno de envases, es sin duda un paso hacia delante y una idea innovadora en lo que a economía circular se refiere en la actualidad.
Con una firme convicción en la voluntad de los individuos por consumir de manera más sostenible y responsable, Alejandro nos guía a través de su modelo de negocio para contarnos cómo las bases de la economía circular son las mismas que han ayudado a Re-pot Market a impulsar la reutilización y poner fin a la economía de los plásticos de un solo uso que ahogan nuestro planeta.
Lo primero que queremos entender, Alejandro, es el contexto en el que nace Re-Pot, es decir, cómo veis el mercado y el mundo a rasgos generales en términos de sostenibilidad, o dicho de otra manera, ¿qué encontráis en la sociedad que debe cambiar?
Encontramos cosas muy malas, sin duda, pero también positivas. El lado positivo es que la sociedad es cada vez mas consciente y cada vez tiende más a la sostenibilidad, aunque el cambio no siempre sea fácil. También es cierto que en España vamos un poco mas tarde que otros países en términos de sostenibilidad, porque, de hecho, nuestro modelo de negocio (Re-pot) ya está funcionando en muchos otros países y está teniendo éxito.
Pero sin duda podemos decir que al menos las personas como mínimo buscan soluciones o mejores opciones que tomar en su día a día. Es posible que no todas las opciones o soluciones les encajen, por la razón que sea, pero no creo que sea por falta de interés.
Y el lado negativo es que el modelo actual tiene un impacto muy perjudicial para nuestra sociedad y planeta, y por lo tanto necesita un cambio. Para poneros en contexto, solo en Europa se generan ocho mil millones de toneladas de plástico únicamente para alimentación y bebidas, y de estos residuos se gestionan correctamente alrededor de un 25%. Es decir, las seis mil toneladas de plástico restantes o bien acaban quemándose o acaban en el mar o en otras zonas donde, por supuesto, no corresponde. Y eso es solo en Europa.
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Siguiendo esto que comentas de cómo en España vamos un tanto por detrás de otros países vecinos Europeos, ¿nos podrías dar algún ejemplo de estos países que hayan empezado a tomar otro tipo de medidas más sostenibles?
Alemania y Holanda son buenos ejemplos. En estos países los envases tienen un valor, y precisamente porque tienen ese valor, el usuario no lo desecha en cualquier papelera de la calle sino que lo gestiona correctamente en los contenedores de los supermercados, donde normalmente se ubican. Y es que en realidad tiene mucho sentido, porque ese plástico que tiramos a la basura tiene un valor.
Es mas, la gestión de estos países de la recuperación de esos materiales es de alrededor de un 90%, un porcentaje muy por encima del resto de países. Aunque sí que es verdad que se empiezan a ver movimientos parecidos; es el caso de Reino Unido, por ejemplo, que en 2025, por ley, adoptará el mismo modelo.
En España también vamos dando pasos; hace unos meses ya que se aprobó la ley de envases y residuos, y aunque no es tan puntera como estas medidas de países vecinos, sí que tiene objetivos bastante ambiciosos.
Siguiendo por el camino de la legislación, podrías explicarnos brevemente qué os encontrasteis cuando nació Re-Pot, qué veis que ha cambiado hasta ahora y cómo creéis que va a evolucionar.
Nosotros empezamos hace apenas dos años, y de hecho, la idea inicial solo se centraba en bebidas, ya que nos dimos cuenta que es donde la gente encontraba un impacto más directo, por ejemplo con el agua y las botellas de plástico. Después de un tiempo decidimos que ya que estábamos yendo a la casa del cliente, lo mejor era poder ofrecer más productos.
Pero siguiendo con la legislación, cuando nosotros empezamos no existía nada que fomentara la economía circular de ninguna manera. A día de hoy, con la nueva ley de envases sí que existen ciertos objetivos, como por ejemplo que para el año 2025 haya un aumento del reciclaje que tiene que hacerse, o empezar a reutilizar envases, con objetivos marcados para 2025, 2027 y 2030.
Además también pone las bases para implementar un modelo como el que comentamos de Alemania y Holanda, es decir, un sistema de retorno donde la reutilización coja cada vez más fuerza. En general ya vamos viendo pequeños objetivos que sobre todo ayudan a los clientes a que estas cosas no parezcan tan nuevas o extrañas y ayuden a generar conciencia más fácilmente.
Como bien dices, todavía tenemos un largo recorrido en lo que respecta al reciclaje, y sobre todo a la reutilización, pero ¿qué diferencia hay entre estos dos modelos o maneras de entender la sostenibilidad? Y dado que nuestro sistema se basa principalmente en el reciclaje, ¿deberíamos darle la vuelta?
Si, efectivamente nuestro sistema se centra en el reciclaje y poco a poco deberíamos tender a la reutilización, pero hay un tema aún más importante y que va antes de estas dos cosas, y es el reducir. Antes de reutilizar y reciclar tenemos que pensar siempre en reducir. Estas son, de hecho, las bases de la economía circular y las bases hacia las que deberíamos movernos y que Europa ya parece estar empezando a avanzar.
Para entender estas tres patas de la economía circular primero debemos preguntarnos si hace falta utilizar tanto material como se utiliza, en segundo lugar tenemos que asegurarnos que el material que se utiliza tenga la vida más larga posible, y esto se hace en gran medida gracias a la reutilización; y en tercer lugar, podemos empezar a pensar en el reciclaje, solo una vez ese material o envase ya haya perdido sus propiedades físicas y por lo tanto solo quede la opción de reciclarlo correctamente.
En definitiva, reutilizar siempre tiene mucho más potencial y menos impacto negativo que reciclar. Siempre y cuando se haga bien; y es que aquí podemos encontrarnos con mucho greenwashing. Si te dan una bolsa de algodón cada vez que compras, eso no es reutilizar. De hecho pueden tener más impacto que fabricar una bolsa de plástico. Creo que es importante discernir estas pequeñas cosas.
No podemos no preguntar sobre la economía circular, ¿puedes contarnos un poco sobre el papel que juega Re-Pot en la economía circular?
Re-Pot esta basado 100% en la economía circular. Todo lo que se puede reducir se reduce, todo lo que se puede reutilizar, se reutiliza y todo envase que pueda ser retornado, se retorna.
Es cierto que no siempre se encuentra esa solución, por ejemplo el papel higiénico, ya que no podemos embalarlo en vidrio, lo que buscamos es material reciclado, en este caso el papel. También somos 100% cero plástico, y aunque es un slogan bonito, no quiere decir que estemos en contra del plástico.
Guía de la economía circular
Al fin y al cabo si un envase de plástico se reutiliza las veces que se tiene que reutilizar el impacto es mucho menor, y si por supuesto, luego se recicla como se debe reciclar. En nuestro caso lo que encontramos es que los envases de vidrio eran la mejor opción; ya existen y ya están hechos por lo que solo hay que comprarlos y listo.
El mayor problema del plástico es el impacto que tiene por no gestionarse correctamente, pero no podemos obviar que el vidrio se gestiona mal muchas veces también; lo único que sí los diferencia es que el vidrio en la naturaleza se acaba degradando y no tiene un impacto tan nocivo como el del plástico.
Hablando de impacto, vemos que en vuestra web tenéis publicado el impacto y que lo vais actualizando, ¿os habéis marcado algún objetivo de impacto de aquí a 5 años por ejemplo?
No exactamente, no seguimos ese tipo de metas de impacto porque al fin y al cabo cada venta que hacemos ya tiene un impacto positivo. Entonces sabemos que si conseguimos nuestros objetivos económicos, como empresa que somos, también conseguimos impactos positivos medioambientales. Es decir, si yo aumento mis ventas por cinco también aumentaría por cinco mi impacto. Está directamente relacionado.
Siguiendo un poco con vuestra estrategia de negocio, ahora mismo estáis presentes en Barcelona y alrededores, ¿tiene esto algo que ver con el comercio local? Y ¿tenéis algún plan de expansión previsto en el resto del territorio nacional?
Sí, nos centramos en el producto local, además una de nuestras bases está en los envases retornables, con lo que trabajamos lo más local posible. Aunque algunos de nuestros proveedores no son empresas locales per se, sí que trabajan localmente.
Y respecto a la expansión, nuestro objetivo primordial es que esto sea un proyecto de impacto pero también uno que sea sostenible económicamente. Enviamos pedidos por lo general pesados por lo que, por el momento, enviarlos a otros sitios no es económicamente viable.
Y ¿es vuestra distribución sostenible?
Si, la distribución al cliente es todo en vehículo eléctrico. Al inicio intentamos bicicletas, pero con las subidas de Barcelona se hace muy complicado para el repartidor, así que todo lo hacemos en furgonetas eléctricas. Al fin y al cabo queremos que la gente haga pedidos grandes, no pequeños.
Un problema con el que a menudo tratamos nosotros es el hecho de que las personas como individuos a veces se sienten pequeñas, es decir, sienten que su impacto individual no tiene gran valor contra la contaminación plástica, por ejemplo. Pero ¿cómo crees que podemos educar o cambiar los hábitos de las personas y fomentar el impacto colectivo? Y ¿cómo crees que podemos hacerlo de manera que no parezca tan tedioso hacerlo?
Es complicado sin duda, pero creo que por suerte ya existen muchas opciones, sobre todo por ejemplo a la hora de reducir el plástico, a no ser que compres en Re-Pot y sea todo libre de plástico.
Pero el caso es que sí que existen opciones, y de hecho el cliente tiene un voto y un gran impacto con cada compra que hace. Decidir dónde y cómo comprar de alguna manera es un esfuerzo que hay que hacer pero que poco a poco es más fácil.
Y las empresas, ¿qué pueden hacer en este sentido?
En los últimos meses ya hemos podido ver cómo muchas empresas se empiezan a interesar por estas opciones, principalmente porque ellas mismas tienen ese objetivo de reducir su impacto dentro de la empresa o de su negocio, y una de las cosas que intentan reducir en su mayoría de veces, es el plástico.
Además es una manera de poder ofrecer mejores opciones a sus empleados, por ejemplo en eventos. Sin embargo, a las empresas de catering no acabamos de convencerles; los envases de plástico tienen un precio mucho más bajo, y el retorno para ellos puede ser muy costoso. Y por eso es tan importante la legislación.
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