Hubo un tiempo, no hace mucho, en el que el cambio climático no significaba demasiado para países, empresas, organizaciones o individuos por igual. Hoy en día sin embargo, parece estar bastante claro que este fenómeno ha acontecido desde mucho antes de que el término comenzara a popularizase. La mayor consecuencia de este conocimiento o conciencia tardía es la falta de medidas preventivas, ya que todas parecen llegar siempre algo tarde.
El mundo tal como se presenta hoy parece indicar planes de acción y acuerdos basados en el ‘’muy poco y muy tarde’’ que nunca parecen culminar u ofrecer soluciones reales. Aunque es cierto que la cooperación internacional es compleja, la mayor parte de la involucración necesaria ha podido ser ralentizada debido a la falta de entendimiento del tema, no solo por parte de países y territorios, sino de todos los actores sociales con un impacto en el mundo y en el planeta, pero, ¿cómo hemos llegado hasta aquí?
A continuación hemos decidido analizar, evaluar e intentar entender cómo la acción ambiental, la cooperación y las leyes en este respecto han evolucionado en los últimos años, culminando en una agenda internacional marcada por los efectos irreversibles del cambio climático y la tan urgente necesidad de cambiar hacia el desarrollo sostenible.
Cronología del desarrollo histórico ambiental
Podemos destacar tres eras o etapas dentro del desarrollo histórico ambiental internacional, marcadas por dos eventos en el camino hacia un futuro sostenible. Por un lado contamos con la etapa tradicional, anterior a la Convención de 1972 en Estocolmo, seguido de la etapa moderna; y finalmente, tras la Declaración de Río de 1992, la etapa post-moderna.
Gestión de recursos
En primer lugar, para poder entender qué ha ocurrido durante la etapa tradicional debemos tener en cuenta como este periodo fue fuertemente marcado e influenciado por eventos anteriores y posteriores a 1945. Además, esta etapa está especialmente caracterizada por la gestión de recursos y la necesidad de preservar recursos naturales por cuestiones de desarrollo económico y social.
Nos encontramos en un contexto en el que las preocupaciones ambientales son bastante nuevas para la agenda internacional, de hecho, son prácticamente inexistentes hasta la aparición de las Naciones Unidas. En este contexto, durante al menos 25 años, las acciones relativas al clima eran muy limitadas y el enfoque ambiental estaba caracterizado por adecuar los recursos naturales necesarios al desarrollo económico y social, pero aún no prestaban atención a la conservación.
Prevención y protección
Cuando hablamos de la etapa moderna, el foco empieza a transformarse y enfocarse en medidas preventivas dado el creciente entendimiento de los problemas ambientales; es más, no fue hasta 1972 durante la primera Cumbre de la Tierra en Estocolmo que se establecieron los principios de conservación y protección del medio ambiente. También fue la primera vez que el problema del cambio climático se mencionó y discutió en un entorno internacional, haciendo a los diversos gobiernos conscientes de tal fenómeno y conscientes del impacto de sus acciones teniendo en cuenta la creciente y peligrosa tendencia del cambio climático.
Durante los siguientes 20 años, el cambio climático se mantuvo en un segundo plano, sin embargo, se establecieron planes para evaluar y monitorear los efectos a largo plazo de la contaminación atmosférica, expresando temor por primera vez acerca de la capa de ozono, lo cual culminó en 1985 con la Convención de Viena de la Protección de la Capa de Ozono.. Mientras tanto, comenzaron a aparecer pruebas determinantes acerca del cambio climático y la contaminación atmosférica. como por ejemplo la lluvia ácida en Europa y Norteamérica.
En 1987, el Consejo General de la ONU adoptó la Perspectiva Ambiental para el año 2000 en adelante, un marco dirigido a fomentar la acción nacional y la cooperación internacional por el medio ambiente, introduciendo la noción del desarrollo sostenible por primera vez. Sin embargo, el documento no hacía del cambio climático un problema central. Un año más tarde, el IPCC se estableció, reconociendo el cambió climático como un problema específico y urgente, ayudando a impulsar los primeros esfuerzos globales para ayudar a mitigarlo.
Cambio climático y desarrollo sostenible
Por último, la etapa postmoderna no sólo está caracterizada por la expansión y popularización del cambio climático, sino que el conocimiento ambiental transformó la conversación hacia acciones cada vez más específicas. Por ejemplo, el equilibrio que se suponía de la naturaleza fue rápidamente sustituido por un enfoque de ecosistemas, y una tendencia general de diversificación y pluralismo, dando lugar a una visión más holística de los problemas ambientales.
En 1992, la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro con respecto al medio ambiente y al desarrollo se enfocó en la importancia de buscar acuerdos internacionales y cooperación entre países.Se ha convertido en una de las acciones internacionales más importantes por el cambio climático hasta la fecha, con 158 países firmantes. Lo más destacable de la conferencia fue el establecimiento de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC), la cual comenzó las charlas para establecer un protocolo con compromisos más exigentes para países desarrollados. Así, en diciembre de 1997, se adoptó el Protocolo de Kyoto, con la intención de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de los países industrializados. Finalmente entró en vigor en 2005 con 160 países firmantes.
Pero quizás el evento más importante que casi parece marcar el inicio de una nueva etapa es aquel de la Declaración del Milenio y los Objetivos de Desarrollo Sostenible que le siguieron con la intención de completar y fomentar aquello que la anterior declaración no había podido conseguir.
El principio del desarrollo sostenible
El concepto de desarrollo sostenible es el pilar fundamental de las preocupaciones ambientales actuales, centrándose no solo en la protección de nuestro planeta, sino en la justicia intergeneracional que permita a las futuras generaciones vivir en un planeta sano.
Este principio emana del hecho de que la humanidad siempre ha interferido en la naturaleza con o sin consideración de los efectos de esta actividad, entendiendo ahora que los riesgos de esta forma de vida afecta tanto a las generaciones presentes como a las futuras.
La justicia intergeneracional es una forma muy compleja de justicia que necesita acompañarse con las normas y estándares adecuados como hemos visto anteriormente que se han desarrollado durante años. El desarrollo sostenible refleja una comunidad global que ha alcanzado la conclusión de que el desarrollo económico debe reconciliarse con el medio ambiente.
Transparencia e involucración para el desarrollo sostenible
En DoGood creemos que es mediante la colaboración como mejor podemos impulsar el valor de nuestro proyecto y ayudar a crear el camino para un futuro más sano y sostenible. Queremos ser una referencia de mejora y ayudar a construir estrategias que prioricen la transparencia y la información medible para poder dar luz al rendimiento medio-ambientalmente sostenible y responsable de las organizaciones.
En este sentido, es esencial para nuestro trabajo promover el buen gobierno corporativoesto es, seguir con rigor todos los procesos de divulgación y transparencia para proveer a reguladores, accionistas y al público en general de la información más precisa acerca de los aspectos financieros, operacionales y de otros aspectos de la compañía, incluyendo una definición más exacta del rendimiento ESG.
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