Los recursos del Planeta son limitados. El 1 de agosto de 2018, de acuerdo con la Organización Global Footprint Network, comenzamos a estar en deuda con el planeta. Esto es: estamos consumiendo más recursos de los que la Tierra es capaz de generar en un año. Nuestro consumo irresponsable y desmesurado, unido a un crecimiento incontrolable de la población, está acabando con los recursos de la Tierra.
Por todo ello, no ha de resultar extraño que el consumo responsable y la producción sea uno de los 17 Objetivos Globales de la Agenda para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, a través de los cuales se tiene por objetivo reducir la huella ecológica del ser humano y un crecimiento y desarrollo sostenible.
En qué consiste el consumo responsable y sostenible
El consumo responsable es aquel consciente y crítico que, guiado por criterios sociales y medioambientales, contribuye al cuidado del medio ambiente y a la mejora de la calidad de vida de las futuras generaciones que habitan el planeta y procurando el menor impacto posible sobre el medio ambiente. Así pues, el consumo responsable se basa en dos premisas esenciales:
- Consumir menos.
- Consumir de forma sostenible y solidaria.
En cualquier caso, las características fundamentales del consumo responsable son las siguientes:
- Consciente y premeditado, anteponiendo una buena elección a la presión de las modas y la publicidad.
- Crítico, pues la elección está basada en criterios sociales y ecológicos.
- Ético, ya que el consumo sostenible engloba una serie de valores como la responsabilidad, la austeridad, y el respeto al producto y a los derechos de los productores, desterrando prácticas contrarias a los mismos como el despilfarro y el consumismo.
- Ecológico, ya que rechaza la producción en masa y opta por una producción que utilice de forma óptima los recursos naturales.
- Saludable, pues se fomenta un estilo de vida más saludable, rechazando los productos procesados y eligiendo productos de mayor calidad y más sostenibles con el medio ambiente.
- Sostenible, pues rechaza el consumismo, evitando el despilfarro de productos y reduciendo notablemente la huella del ser humano en el planeta.
- Justo, ya que protege y respeta los derechos de los productos y de lxs productorxs, basándose en principios como la no discriminación o la no explotación.
- Solidario, pues busca dejar el mejor planeta posible a las futuras generaciones, procurando asegurar su sustento.
Por qué es importante educar en un consumo responsable
Dotar a lxs niñxs de actitudes conscientes y críticas a la hora de consumir es fundamental para la adecuada preservación del medio ambiente. Estamos en un momento crítico y es primordial que lxs más pequeñxs aprendan a respetar su entorno y a cuidarlo adoptando hábitos y actitudes sostenibles.
Sin duda, no podemos ni debemos confiar exclusivamente en la educación medioambiental de nuestrxs hijxs en el Sistema Educativo, ya que los hábitos de vida y de consumo han de empezar en casa, pues este es el lugar en el que verdaderamente se ejerce el consumo. No obstante, los poderes públicos están obligados a dictar normas que conduzcan a una economía y un consumo responsable y sostenible, por lo que el Sistema Educativo ha de educar a lxs más pequeñxs en estos principios.
Lo que está claro es que los recursos del planeta no son infinitos y que debemos cambiar nuestra forma de consumir si queremos salvar la Tierra. No hay planeta B y es fundamental que nuestrxs hijxs conozcan esta realidad y sean conscientes de que está solo en nuestras manos la posibilidad de cambiar el futuro del planeta.
Consumo responsable para niños: claves para su aprendizaje
Aunque la teoría es sencilla, llevarla a la práctica no es tarea fácil. Sin embargo, hay ciertas claves que se pueden poner en práctica para inculcar un consumo responsable para niñxs. Algunos consejos para cuidar el medio ambiente para niñxs son los siguientes:
- Enseñar a aceptar un no por respuesta: lxs niñxs deben saber que no todo lo que desean lo pueden tener. Para ello, es primordial enseñar a lxs niñxs a lidiar con su frustración y a diferenciar las verdaderas necesidades de los meros caprichos.
- Predicar con el ejemplo: educar es, sobre todo, dar ejemplo con el propio comportamiento. Si lxs menores ven en sus padres y en otros referentes mayores conductas respetuosas con el medio ambiente, sin duda ellos imitarán estos comportamientos y los interiorizarán.
- Enseñar a reciclar: reciclar se puede convertir en una tarea divertida y sencilla, enseñando a lxs más pequeñxs en qué contenedor va cada residuo.
- Ahorro de energía y de agua: se ha de enseñar a lxs niñxs acciones tan sencillas como elegir la ducha en lugar de la bañera, apagar la luz cuando se abandona una habitación o cerrar el grifo cuando se están cepillando los dientes.
- Comprar menos y mejor: optar por productos de mejor calidad, pero comprar menos. Además, optar por productos de comercio justo, ecológicos o solidarios.
Enseñándole a nuestrxs hijxs hábitos de consumo responsable y a minimizar el impacto de nuestro paso por el planeta tierra, conseguiremos un planeta que merezca la pena dejar a las generaciones venideras.
Son muchxs lxs que están comprometidxs con el consumo responsable y con otros ODS. Sin embargo, este proceso es mucho más sencillo con nuestra aplicación, pues te permitirá conseguir este objetivo de forma más fácil, contactando con nosotrxs.