Recientemente se ha publicado el Barómetro de Confianza de Edelman de 2022, y los resultados del informe son preocupantes, aunque aún existe un mínimo de esperanza en las oportunidades que esconde la adversidad.
A continuación examinamos las diversas conclusiones que el informe presenta y las cuales a primera vista parecen retratar un ciclo de desconfianza que se extiende por todos los actores de la sociedad, desde gobiernos a medios de comunicación y empresas. Además exploraremos la potencial ventana de oportunidades que surge del panorama de confianza (y desconfianza) actual.
¿En qué estado se encuentra la confianza social actual?
El marco general global es el de un ciclo de creciente desconfianza, impulsado principalmente por la incertidumbre que la pandemia ha creado en los últimos dos años; aunque existen otros muchos factores, como la falta de acción por el clima, que tienen un impacto relevante en esta realidad, parece estar bastante claro que el principal elemento que influencia la mayoría de esfuerzos globales es la actual crisis sanitaria.
Hemos recopilado algunos de los resultados más significativos del informe para presentar la descripción más adecuada de la situación global en lo que a confianza en instituciones se refieren; instituciones que componen la sociedad y son clave para el funcionamiento de nuestra economía global.
La pérdida de la confianza y la creciente polarización
La desconfianza se ha convertido en la emoción social por defecto, en la medida en que la principal reacción de las personas es desconfiar de aquello que encuentran hasta tener evidencia clara y veraz del hecho en cuestión. A primera vista esta parece una reacción bastante natural, sin embargo, ha propiciado un círculo vicioso en el que cada vez somos menos capaces de tener conversaciones constructivas y debates civiles sobre temas en los que estamos en desacuerdo. La cooperación y los debates sanos se han visto significativamente afectados por la pérdida de confianza, aun incluso dada su importancia en el sustento de las democracias y el bienestar social.
Los gobiernos y los medios de comunicación parecen ser los actores que más desconfianza generan en la sociedad; de hecho, son vistos como fuerzas divisorias de la sociedad dado que periodistas y líderes políticos han ido perdiendo la confianza que una vez tuvieron. La falta de confianza en estos dos pilares de la democracia ha propiciado una ola de desconfianza en muchas otras instituciones democráticas.
Sin la confianza necesaria en la eficiencia y competencia de instituciones democráticas, los miedos y preocupaciones sociales se acrecientan. La incertidumbre impulsada por la crisis sanitaria y la decadencia del medio ambiente son los ingredientes principales que alimentan las preocupaciones sociales más comunes actualmente: la pérdida del trabajo, el cambio climático o el bienestar de nuestras familias, cuyo futuro es incierto en el mejor de los casos.
Además de la desconfianza, y muy probablemente una de las causas de ésta, se encuentran las crecientes preocupaciones por las fake-news (noticias falsas) que se han disparado en los últimos años. Dichas preocupaciones parecen tambalear entre estar sobre informado y poco informado o no tener suficientes fuentes de información rigurosas y veraces con qué comparar las noticias. El informe demuestra que incluso las principales fuentes de información, incluyendo los medios tradicionales y las redes sociales, son fuente muy leve de confianza para el público en general.
Una ventana de oportunidades para las empresas
Pero no todo está perdido aún. Aunque los niveles de confianza entre los diversos actores de la sociedad es bajo y un tanto preocupante, las empresas parecen ser una vez más las instituciones más confiadas, por delante de ONGs, gobiernos y medios de comunicación. Es importante destacar que la mayoría de encuestados enfatizan tener confianza en sus propios empleadores. Parece ser que las relaciones locales son las fuentes más importantes de confianza en el mundo corporativo.
La pérdida de confianza que aún persiste entre las empresas viene dada por la percepción general de que las empresas no están haciendo suficiente por abordar problemáticas sociales; entre los principales problemas que la sociedad cree las empresas pueden ayudar a cambiar se encuentra el cambio climático, las disparidades económicas, la recaptación de la fuerza laboral o la difusión de información verídica. El denominador común que une todas estas preocupaciones es la creciente demanda por parte de la sociedad de que las empresas adopten un rol más activo en liderar el camino hacia un futuro más justo y sostenible.
Como se establece en el informe, el rol y las expectativas de las empresas nunca han estado tan claras, y estas deben reconocer que su papel social ha llegado para quedarse.
En este contexto, las empresas pueden encontrar una oportunidad y ventaja competitiva en convertir el liderazgo social en una parte fundamental de sus actividades de negocio. El 60% de empleados, y el 80% de la población general, piensa que una parte esencial a la hora de considerar un puesto de trabajo es saber que el CEO de la empresa toma conciencia y lidera la conversación en temas sociales, involucrándose en discusiones de políticas públicas con grupos de interés para poder trabajar de cara a ofrecer los beneficios sociales demandados. Es más, se espera de los directivos que lideren el camino y moldeen la conversación que se refiere al trabajo, la tecnología o incluso el cambio climático, entre otras cosas.
Construyendo confianza
El informe se centra en cuatro enfoques principales desde los que restaurar la confianza, no solo para empresas, sino para las diversas instituciones sociales cuya confianza lleva años decayendo, lo cual es perjudicial para conseguir los objetivos de sostenibilidad necesarios en los años venideros.
- El creciente papel social de las empresas: Como hemos mencionado anteriormente, las personas esperan más involucración por parte de las empresas y corporativas para ayudar a lidiar con los problemas sociales, medioambientales y económicos actuales. Es más, son los actores de los que más se espera a la hora de liderar el cambio necesario.
- Progreso tangible: por supuesto, dada la falta de confianza en las fuentes de información, el progreso debe ir acompañado de información medible, trazable y transparente, demostrando al público que el sistema funciona y que la confianza en el mismo es la clave para mejorarlo y sofisticarlo cada vez más.
- Pensamiento a largo plazo: El enfoque largo placista lleva tiempo siendo un factor decisivo para el éxito empresarial, ya que las ganancias a corto plazo no garantizan la supervivencia futura. De hecho, incluso las nuevas regulaciones ponen el foco en la búsqueda de soluciones a largo plazo como el único enfoque posible.
- Información veraz: Muy relacionado con la idea de la tangibilidad, en la era de las fake news y la sociedad de la sobre-información, los datos basados en hechos factibles son fundamentales para romper el ciclo de desconfianza que parece encaminar a la sociedad hoy en día.
Transparencia e inclusión
En DoGood creemos que no podemos gestionar aquello que no medimos. Por eso trabajamos a conciencia para conseguir transparencia y trazabilidad de la información divulgada, ayudando a empresas a conseguir una mejora continua así como una relación más fuerte con sus grupos de interés para conseguir un mayor impacto positivo en la sociedad y el planeta, de tal manera que ayudemos a restaurar la confianza perdida.
En este sentido, es esencial para nuestro trabajo promover el buen gobierno corporativoesto es, seguir con rigor todos los procesos de divulgación y transparencia para proveer a reguladores, accionistas y al público en general de la información más precisa acerca de los aspectos financieros, operacionales y de otros aspectos de la compañía, incluyendo una definición más exacta del rendimiento ESG.
Hemos desarrollado una herramienta de gobierno corporativo que ayude a establecer objetivos de impacto ESG para los empleados en lo que respecta a la estrategia de sostenibilidad de la empresa. Mediante nuestra tecnología SaaS somos capaces de activar y trazar el impacto de los empleados, fomentando la involucración que después trasladamos a mejores métricas ESG, valor reputacional y un impacto positivo en el planeta y la sociedad.
Si te interesa saber más sobre cómo hacemos esto posible de una forma social y de impacto, haz clic aquí.