La reducción de emisiones de alcance 3 es crucial para lograr objetivos planetarios sostenibles, y los empleados juegan un papel muy importante en ello. Pero, ¿cómo pueden las empresas informar y gestionar su impacto indirecto?
Según una investigación de Deloitte, el alcance 3 es el más grande cuando se trata de gestionar la reducción de emisiones de una empresa. De hecho, representa el 70% de la huella de carbono de una organización. Pero también es el ámbito más complicado de administrar y medir.
Comprender la relevancia y el potencial de la gestión del alcance 3 es clave para encontrar formas de que la reducción de emisiones funcione en toda la cadena de valor, desde proveedores hasta clientes e incluso empleados.
Informes de reducción de emisiones
Las empresas han tenido que informar sobre las emisiones desde hace bastante tiempo, incluidos sus esfuerzos para reducir o mitigar su conjunto de emisiones con mayor impacto negativo. Y aunque los informes completos sobre las emisiones de alcance 1 y 2 parecen ser la norma, las incluidas en el alcance 3 tienden a crear más complicaciones.
Alcance 1:
Emisiones directas; aquellas que causa una empresa al operar las cosas que posee o controla.
Alcance 2:
Emisiones indirectas que se derivan de la producción de la energía que compra la organización.
Alcance 3:
Emisiones indirectas que escapan al control de la empresa y se encuentran bajo la cadena de valor más amplia.
La naturaleza de las emisiones indirectas en sí mismas es un concepto difícil, ya que las empresas luchan por tener influencia en la totalidad de la cadena de valor o el ciclo de vida de los productos.
Pero lo que distingue el alcance 2 y el alcance 3, ya que ambos se refieren a emisiones indirectas, es cómo el primero está bajo el control de las organizaciones. Por ejemplo, una empresa puede tomar la decisión de alimentar sus oficinas a través de fuentes de energía renovables.
Por otro lado, las emisiones de alcance 3 se vuelven más difíciles de gestionar y medir, ya que el poder o la influencia para mitigarlas cae dentro de la cadena de valor más amplia, esto incluye las emisiones de los consumidores que usan un producto hasta los empleados que se desplazan al trabajo.
Gestionar las emisiones de alcance 3
A pesar de lo complejo que es administrar y recopilar datos precisos sobre las emisiones de alcance 3, si lo miramos desde el lado positivo, podríamos darnos cuenta de que, de hecho, son una gran herramienta para incentivar la reducción de emisiones.
Esto es, si bien medir tales emisiones indirectas es un desafío constante para muchas empresas, también es el mecanismo perfecto para que las empresas se alineen a lo largo de la cadena de valor y generen datos cada vez más precisos y mejoren la sostenibilidad.
Las empresas, por ejemplo, sí tienen influencia y poder, así como responsabilidad, para elegir cuidadosamente a sus proveedores y siguiendo un conjunto de criterios o estándares de sostenibilidad y responsabilidad social.
Pero, cuando estos no se cumplen, ofrecer a los proveedores formación en descarbonización o sostenibilidad también puede convertirse en una buena práctica para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones de alcance 3.
Las emisiones de alcance 3 de los consumidores, por otro lado, son más difíciles de controlar o sobre las que tener influencia; pero invertir en hacer que los productos o servicios sean más eficientes, sostenibles, responsables o duraderos, siguiendo una mentalidad de economía circular, puede ayudar a reducir estas emisiones indirectas en gran medida.
El alcance 3 y el papel de los empleados
Los empleados constituyen una de las fuentes más importantes de emisiones indirectas para las empresas. En este sentido, los informes no financieros sobre emisiones de alcance 3 tienden a tener en cuenta aspectos como, por ejemplo, los desplazamientos de los empleados al trabajo.
Sin embargo, las emisiones de un individuo van mucho más allá de la forma en que eligen moverse del punto A al punto B, y aquí es donde las empresas pueden encontrar una gran influencia y ayudar a crear conciencia mientras generan informes de datos relevantes.
Involucra a los empleados en la estrategia de sostenibilidad
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Un paso importante que han dado muchas empresas con respecto a las emisiones de los desplazamientos es dar a los empleados la posibilidad de trabajar desde casa, por ejemplo, lo que a su vez también puede ayudar con el equilibrio entre la vida laboral y personal o incluso con el abandono rural.
Y aunque el teletrabajo no es una posibilidad para todos, algunas empresas también optan por ayudar a los empleados ofreciendo autobuses o poniendo a disposición de los empleados otras formas de transporte específicas de la empresa para que no tengan que desplazarse solos en coche.
Pero el simple hecho de centrarse en los desplazamientos de los empleados reduce los esfuerzos de sostenibilidad a una porción muy pequeña de lo que los empleados realmente pueden ayudar a crear para la estrategia de sostenibilidad de la empresa. La forma en que las personas hacen uso de la electricidad, el agua e incluso los productos que consumen también son grandes fuentes de emisiones listas para ser reportadas.
Involucrar a los empleados en la estrategia de sostenibilidad
Los empleados y las personas en general tienen un gran poder y responsabilidad para reducir su impacto negativo en el planeta y la sociedad. Y si bien los desplazamientos son una gran fuente de emisiones, las empresas no deberían quedarse estancadas únicamente en esto y, de hecho, mirar un poco más allá.
El lugar de trabajo, junto con los compañeros de trabajo, puede convertirse en el entorno perfecto para impulsar acciones de sostenibilidad que no solo ayuden a mejorar los informes de emisiones de alcance 3, sino que ayuden a construir una cultura de sostenibilidad en toda la organización.
En DoGood creemos que trabajar colectivamente puede ayudarnos a encontrar aquello que por sí solo puede parecer inalcanzable o inútil y, en cambio, crear un afán colectivo e individual por marcar la diferencia, tanto para la sostenibilidad y el propósito de la empresa como para una forma de ser más sostenible para todos los empleados.
Esta mentalidad, junto con la digitalización, puede mejorar los informes de alcance 3 con datos precisos sobre las emisiones indirectas.
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