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La C-suite tradicional se está remodelando. Frente a la rápida transformación digital, las crecientes presiones de sostenibilidad y la evolución de las expectativas de los trabajadores, las empresas están ampliando sus equipos de liderazgo más allá de los sospechosos habituales: CEO, CFO, COO y CHRO.
Están surgiendo nuevas funciones como las de Director de Transformación (CTO), Director de Experiencia (CXO) y Director de Sostenibilidad (CSO) para impulsar la innovación, ofrecer experiencias centradas en los grupos de interés e integrar los objetivos ESG en la estrategia empresarial.
Este artículo analiza cómo y por qué estas funciones están adquiriendo protagonismo, y lo que ello significa para el futuro del liderazgo ejecutivo.
La ecolución del C-Suite
Durante décadas, el liderazgo corporativo se centró en un equipo central de ejecutivos cuyas responsabilidades estaban vinculadas a las finanzas, las operaciones, las personas y el crecimiento. Sin embargo, esta estructura tradicional no solía abordar los retos interfuncionales, como la integración de la sostenibilidad, la reinvención digital o la experiencia holística de las partes interesadas.
Estas lagunas se han hecho más visibles a medida que las organizaciones luchan por adaptarse a la velocidad y seguir siendo relevantes en un mundo impulsado por objetivos y en rápida digitalización.
He aquí algunos de los principales motores del cambio que están reconfigurando la mesa de los directivos:
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Aceleración digital y presión para modernizar los procesos internos
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Expectativas en materia ESG de inversores, reguladores, empleados y consumidores
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Modelos de trabajo híbridos y creciente demanda de estrategias centradas en el empleado y el cliente
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La necesidad de una transformación ágil e interfuncional
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Nuevos puestos emergentes en el C-Suite
Director de Transformación (CTO)
El Director de Transformación se encarga de impulsar iniciativas de cambio a gran escala en toda la organización. Esto incluye la transformación digital, la reestructuración y el diseño de nuevos modelos de negocio. A diferencia de un director de operaciones, la función del director de transformación se centra en el cambio, con el mandato de romper los silos y alinear todos los esfuerzos con una visión estratégica común.
En mercados volátiles, la transformación no es opcional, sino un imperativo de supervivencia. El director de transformación aporta continuidad al liderazgo, supervisa la ejecución y garantiza que la transformación sea escalable y sostenible.
Según McKinsey, las empresas que designan a un líder dedicado a la transformación tienen «2,4 veces más probabilidades de superar a sus homólogas» durante las iniciativas de cambio.
Director de Experiencia (CXO)
El Director de Experiencia defiende la experiencia del cliente y del empleado en toda la empresa. Esta función consiste en romper los muros entre departamentos, alineando producto, servicio, marketing, RRHH y operaciones para ofrecer experiencias fluidas y emocionalmente resonantes.
Sus responsabilidad incluyen:
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Diseñar interacciones basadas en el recorrido del cliente
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Desarrollar estrategias para impulsar el compromiso y la lealtad de los empleados
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Armonizar los canales de experiencia digital y física
En la economía de la experiencia, la experiencia es revenue. De hecho, PwC descubrió que el 73% de los consumidores afirman que la experiencia es un factor clave en las decisiones de compra, incluso por encima del precio o el producto. Los CXO ayudan a las organizaciones a generar confianza en la marca, reducir la pérdida de clientes y diferenciarse en mercados saturados.
Director de Sostenibilidad (CSO)
El Director de Sostenibilidad dirige la estrategia y la aplicación de los compromisos medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) de una empresa. Su ámbito de actuación abarca desde la reducción de la huella de carbono hasta la diversidad y la inclusión, las estrategias de economía circular y el cumplimiento de la normativa en materia de presentación de informes.
Más allá de la presión normativa, los inversores recompensan cada vez más a las empresas con prácticas de sostenibilidad creíbles. Un CSO garantiza que la sostenibilidad no sea una iniciativa secundaria, sino un motor estratégico central.
Según Harvard Business Review, los CSO desempeñan hoy un «papel estratégico a nivel directivo», y a menudo influyen tanto en las relaciones con los inversores como en la innovación de productos.
Integrar la innovación y la sostenibilidad en el liderazgo
La innovación y la sostenibilidad no son prioridades contrapuestas, sino que se refuerzan mutuamente. Los objetivos de sostenibilidad exigen innovación en materiales, procesos, logística y comportamiento de los empleados. Por su parte, las empresas innovadoras suelen liderar los resultados ESG porque son más rápidas en adoptar prácticas y tecnologías responsables.
Una C-suite cohesionada necesita construir una narrativa común en la que la transformación, la experiencia y la sostenibilidad estén vinculadas a los resultados empresariales, la atracción de talento y la diferenciación en el mercado.
A pesar de su valor, estas funciones se enfrentan a menudo a obstáculos como, por ejemplo:
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Solapamiento con funciones existentes (por ejemplo, COO, CMO, CHRO)
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Afrontar la resistencia al cambio cultural
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Dificultades para medir el impacto en ciclos financieros cortos
Para tener éxito, las organizaciones deben definir claramente las responsabilidades, alinear los indicadores clave de rendimiento con los objetivos interfuncionales y dotar a estos líderes de autoridad real para la toma de decisiones.
El futuro del liderazgo empresarial
A medida que crece el capitalismo de los stakeholders, el liderazgo tendrá que ser más transparente, receptivo e inclusivo que nunca. Incluso podemos esperar que surjan funciones nuevas y más especializadas, como las de Chief Purpose Officer, Chief Ethics and Trust Officer o Chief AI & Data Ethics Officer.
Pero, sea cual sea la función, una cosa está clara: las organizaciones deben empezar hoy mismo a desarrollar canales internos para estas funciones, integrando la sostenibilidad, la innovación y la experiencia en los programas de desarrollo del liderazgo y en la planificación de la sucesión.
Los futuros líderes del C-Suite deben:
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Ser pensadores de sistemas con fluidez tecnológica
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Comprender los marcos ESG y el compromiso de las partes interesadas
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Excelencia en colaboración, storytelling y navegación por el cambio
En definitiva, la C-suite ya no es un círculo de liderazgo estático. Las empresas están adoptando nuevas funciones emergentes no solo para llenar vacíos, sino para liderar con relevancia, resiliencia y responsabilidad.
Las organizaciones que hacen evolucionar sus equipos de liderazgo en consecuencia no sólo se están adaptando al cambio, sino que están definiendo el futuro del rendimiento empresarial sostenible.
