Uno de los problemas de la forma de vivir actualmente es la generación de grandes cantidades de residuos de todo tipo. En los núcleos urbanos el volumen de los desperdicios llega a alcanzar niveles preocupantes y es necesario dar el tratamiento adecuado. Este problema está contemplado en el ODS12 de la Agenda 2030.
Reciclado correcto y responsabilidad social corporativa
La preocupación por la desmesurada generación de residuos ha tomado bastante relevancia en la sociedad. Cada vez existen más puntos limpios, empresas que se dedican al reciclado y más concienciación de la población de la importancia de las medidas de aprovechamiento para el cuidado del medioambiente.
Sin embargo, estas medidas, aunque eficientes, no son suficientes para alcanzar el objetivo deseado.
Para poder alcanzar el ODS12 que conduce al planeta a una política de cuidado del medioambiente en la que todos los sectores se verán beneficiados, es importante estableces un sistema de economía circular que modifique los sistemas de producción y optimice el consumo.
El principio de las 4 «R»
La economía circular se basa en el principio de las cuatro «R»: reducir, reutilizar, reparar y reciclar.
Uno de los fundamentos de este sistema de acción consiste en el aprovechamiento de las energías renovables.
Otro de sus planteamientos es la sustitución de materiales residuales por biodegradables o de fácil aprovechamiento. Este es el ejemplo del plástico, cuyo uso se está limitando con idea de que para el 2021, el plástico de un solo uso (platos y cubiertos, bastoncillos, algunos envases, etc.) haya desaparecido por completo o esté a punto de hacerlo.
La finalidad es que el plástico y otros envases derivados del petróleo sean paulatinamente sustituidos por materiales como el vidrio o el aluminio, que son fácilmente de higienizar y reutilizar.
En el ámbito de reciclaje se abren las puertas para el cumplimiento de otros objetivos como el de la colaboración, ya que las empresas que generen residuos de manera obligatoria, pueden hacer una alianza conjunta para el tratamiento correcto de estos productos.
Por último, dentro de esta economía circular, hay que hablar de la reparación y reutilización. En este caso se activan una serie de medidas para alargar la vida de los productos, sobre todo los de consumo doméstico, como pueden ser los electrodomésticos o los equipos tecnológicos. Este tipo de artículos, una vez hayan caído en la obsolescencia, pueden ser reaprovechados en gran parte, modificados y puestos de nuevo en la circulación.
La responsabilidad social corporativa (RSC) es de vital importancia para los protocolos de cuidados medioambientales dictaminados por la Agenda 2030. La planificación y la medición de los resultados es imprescindibles para controlar el avance correcto dentro de las empresas. El 85% de las empresas españolas están comprometidas con el ODS12, pero no queremos dejar a ninguna atrás. Por ello hemos creado DoGood, para que cualquier tipo de empresa, Pymes o microempresa, pueda caminar hacia estos objetivos con facilidad y de manera correctamente planificada. Más información aquí.