Los esfuerzos por promover un futuro sostenible han sido muchos, especialmente en la última década, siendo la cooperación internacional el pilar fundamental de la lucha contra el cambio climático.
Sin embargo, los esfuerzos globales han resultado en repetidas ocasiones insuficientes, y la necesidad de transformar nuestras sociedades y economías hacia la sostenibilidad y la circularidad es más aparente que nunca. En este sentido, la Unión Europea ha dado un paso adelante con el nuevo plan de la Taxonomía Europea.
Lo que una vez sonaba como idílico está hoy en proceso de convertirse en realidad gracias a la reciente publicación de las Regulaciones 2020/852, las cuales proporcionan un marco normativo para promover la inversión sostenible de una vez por todas; entraron en vigor el 1 de Enero de este mismo año.
Lo más destacable de las Regulaciones de la Taxonomía
Después de analizar detenidamente las nuevas Regulaciones, hemos podido destacar varios aspectos del documento que creemos hacen de este camino a la sostenibilidad una alternativa fuerte y de confianza:
- En primer lugar, hemos de entender que el principal objetivo de la taxonomía en sí misma es la estandarización de la sostenibilidad en la región. Por consiguiente, las regulaciones publicadas recientemente constituyen el marco legal necesario para determinar si una actividad económica puede considerarse como ambientalmente sostenible.
- El documento hace énfasis en la importancia de los exámenes de criterios técnicos que ayudan a determinar las condiciones y requisitos que cualifican una actividad o producto como sostenible. También cabe mencionar que dichos criterios deben adaptarse a las especificidades de cada sector, ya que se entiende que no todos los sectores cuentan con los avances tecnológicos necesarios para aplicar la sostenibilidad o hacerlo de forma eficiente (ej. reducir o eliminar emisiones)
- Los exámenes de criterios técnicos deben especificar unos requerimientos mínimos que constituyan un rendimiento sostenible de una cierta actividad económica, así como establecer buenas prácticas, estándares y metodologías que amplíen estas cualificaciones de sostenibilidad. En el caso de que el examen de criterio técnico incluya una gran complejidad técnica, deberá aplicarse una verificación independiente por parte de un tercero.
- El examen de criterios técnicos también deberá reflejar la necesidad de evitar las emisiones de gases de efecto invernadero, reduciendo o incrementando la eliminación y almacenamiento de carbono a largo plazo. De la misma manera, deberá aplicarse una metodología que calcule el ciclo de vida de las emisiones de gases de efecto invernadero; esta deberá ser ampliamente aplicable para promover la comparabilidad de las emisiones de manera intersectorial y entre diferentes sectores. La metodología debera reflejar las especificaciones de cada sector.
- No podemos obviar que las regulaciones deben aplicarse a la educación, la salud, las artes, la acción social, el entretenimiento y actividades recreacionales, ya que estas actividades proporcionan servicios esenciales y soluciones que promueven la resiliencia colectiva de la sociedad al mismo tiempo que promueve la educación y conciencia climática.
- Por último, la necesidad de transformar nuestras sociedades y economía hacia la circularidad está en el horizonte. Los esfuerzos por una transición hacia la economía circular deben adaptarse a cada sector específico para evitar que las actividades económicas no lleven a ineficiencias o a socavar el objetivo mismo de la circularidad.
- Para asegurar que la aplicación de las Regulaciones 2020/852 evolucionan con los desarrollos tecnológicos, de mercado y de políticas, deberán ser revisados regularmente y aplicar calusulas donde sea necesario.
El camino Europeo hacia la sostenibilidad
Aunque esto es solo el principio, es un gran ejemplo de la necesidad de estandarizar y regular la sostenibilidad colectivamente en un esfuerzo por, no solo evitar el greenwashing, sino de entender la urgencia de comenzar la transición a una nueva y mejor manera de hacer las cosas.
Creemos que grandes cosas se avecinan después de este primer paso, pero también es cierto que Europa acaba de marcar el camino hacia un mundo donde regular el mercado para asegurar el futuro sostenible de la economía y la sociedad es posible.
Desde DoGood entendemos que son las personas las que pueden marcar el cambio y promover el impacto positivo en nuestras sociedades y nuestro planeta de forma colectiva. Con nuestra tecnología SaaS trabajamos para ayudar a las empresas a implicar a sus empleados en la estrategia de sostenibilidad, haciendo realidad este esfuerzo colectivo hacia un futuro sostenible.
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