Una de las claves para alcanzar la sostenibilidad del planeta y la economía son las finanzas sostenibles. De esta forma se busca cambiar los principales parámetros que impulsan la inversión hacia la responsabilidad social y ambiental y el desarrollo sostenible.
Es imprescindible que los objetivos del planeta estén alineados con nuestras actividades económicas, y cada vez es más relevante buscar una coherencia entre el mercado y la sostenibilidad medioambiental.
Para ello se necesita establecer un marco normativo que ayude a empresas e inversores a contribuir fácilmente a la sostenibilidad mediante claras definiciones de la misma. La taxonomía verde se presenta como el futuro de las finanzas sostenibles, donde apostar por la responsabilidad social puede ser rentable.
¿Qué es la taxonomía verde?
La taxonomía verde es un sistema de clasificación basado en diversos criterios e indicadores que determinan si una actividad económica concreta puede o no considerarse medioambientalmente sostenible o verde.
Con el objetivo de facilitar la transición a una economía sostenible, la Unión Europea procura establecer un lenguaje común que facilite una definición más concreta de lo que la sostenibilidad implica. Con ello nace el EUT como una especie de manual de instrucciones que proporciona descripciones claras de lo que constituye una actividad o inversión económica sostenible.
Esta nueva taxonomía europea podría convertirse en líder global para acercarse a un mercado más transparente y menos fragmentado. Además, protege a inversores del lavado verde y proporciona una estructura legal y concreta para trasladar la inversión hacia la sostenibilidad del planeta y las personas.
El reglamento europeo de taxonomía para actividades sostenibles se rige principalmente por seis objetivos medioambientales:
- La mitigación del cambio climático
- La adaptación al cambio climático
- El uso sostenible y la protección del agua y los recursos marinos
- La transición a una economía circular
- La prevención y control de la contaminación
- La protección y restauración de la biodiversidad y los ecosistemas
Además, se establecen tres criterios base para poder denominar como sostenible una actividad determinada:
- Contribuir sustancialmente a al menos uno de los objetivos medioambientales definidos en la Regulación
- No perjudicar significativamente a ninguno de los objetivos definidos en la Regulación.
- Cumplir con garantías sociales mínimas, como por ejemplo el cumplimiento de los Principios Rectores sobre las empresas y los DDHH de la ONU.
¿Por qué es el EUT relevante para los inversores?
La transparencia del mercado es crucial para el correcto funcionamiento del mismo. La taxonomía europea proporciona un espacio transparente donde distinguir fácilmente aquellas actividades que realmente aportan a la transformación sostenible de la economía.
Con un mercado claramente definido en términos de sostenibilidad, se prevé que los agentes inversores se decanten por aquellas actividades económicas que se atengan a cumplir con los objetivos marcados por el EUT.
Además de contribuir al cambio sostenible de nuestra economía y sociedad, los inversores que persigan aquellas actividades que mitiguen los efectos del cambio climático pueden verse beneficiados de diferentes maneras:
- Alineación con los ODS: El marco de objetivos que proporcionan los ODS a nivel global son muy ambiciosos. Los objetivos del EUT, sin embargo, están alineados con estos últimos de manera más concreta, facilitando y acercando la implementación del marco estructural de la ONU a los agentes inversores.
- Ventajas económicas: Dado que el EUT aún está en su fase inicial, hay margen para que las empresas se posicionen como líderes de la inversión sostenible. Y puesto que la UE pretende dirigir sus inversiones en esta dirección, podría generar una ventaja económica significativa para los inversores pioneros.
- Transparencia ante el lavado verde: La regulación contribuye a una mayor transparencia que ayuda a inversores a distinguir qué constituye verdaderamente una inversión sostenible y responsable. Al mismo tiempo servirá para entender de forma más tangible en qué medida se está contribuyendo a cumplir con los objetivos del Pacto de París o la Agenda 2030.
Transparencia, confianza y responsabilidad
Gracias al marco normativo que la EUT plantea, no solo se establecen los criterios a tener en cuenta cuando hablamos de sostenibilidad, si no que además, fomenta la transparencia y confianza en un mercado que aboga cada vez más por la responsabilidad social corporativa.
El mercado financiero se dirige paulatinamente a un sistema económico marcado por la rentabilidad de cuidar del planeta y las personas.
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