Este es el tercer año consecutivo que el Edelman Trust Barometer pone a las empresas por delante de todos los demás actores económicos y sociales, siendo considerada como la única institución competente y ética.
Desafortunadamente, los hallazgos presentados en el Barómetro de confianza de Edelman de 2023 no son una sorpresa. La confianza de la sociedad en las instituciones económicas y sociales es muy baja, y la polarización se ha convertido en el rasgo más predominante del informe de este año.
La ansiedad por el futuro de la economía va en aumento, la polarización política es evidente entre más de la mitad de los encuestados a nivel mundial y las empresas se enfrentan a una presión cada vez mayor para convertirse en una fuerza orientadora y unificadora para la sociedad y el planeta.
Desconfianza y polarización
Es una realidad difícil de afrontar, pero la confianza de las personas en las instituciones en su conjunto está disminuyendo a nivel mundial, y la esperanza para el futuro es cada vez menos común, especialmente cuando se trata de optimismo económico, donde en comparación con la evaluación del año pasado, podemos ver un declive del 10% en la fe de la gente para mejorar de aquí a cinco años vista.
Entre niveles tan altos de desconfianza, el mundo también está cada vez más polarizado; más de la mitad de los encuestados sienten una mayor división social en sus respectivos países. Esto se traduce en una convivencia deteriorada entre las personas, con poca o ninguna disposición para trabajar juntos, hablar o incluso ayudarse mutuamente.
¿En quién confía la sociedad?
Si no se puede confiar convincentemente en las instituciones sociales y económicas, ¿dónde se apoya la presión de la fe para el futuro?
Bueno, al igual que en años anteriores, la mayoría de la gente parece estar poniendo su confianza en las empresas. De hecho, incluso aquellos encuestados que afirmaron sentir tal división social, confiaron en sus empleadores y en el papel de las empresas en su conjunto.
Los números muestran cómo, por tercer año consecutivo, las empresas son la única institución confiable con un 62% por ciento. Además, se perciben como éticas y competentes.
Las empresas definitivamente son vistas como actores con el poder y la responsabilidad de hacer más sobre cuestiones sociales y ambientales. Sin embargo, el riesgo de politización mantiene a las empresas bajo una gran presión.
El papel de las empresas para ganar y generar confianza
Los negocios se encuentran ahora en una situación bastante delicada; a pesar de ser la institución más confiable de la sociedad, la división y la volatilidad de la sociedad hacen que el escenario global actual sea bastante impredecible. Pero las instituciones necesitan confianza tanto como la gente necesita fe para el futuro. Sin embargo, hay acciones que las empresas pueden tomar para convertirse en una fuerza estable y unificadora en la sociedad, así que profundicemos.
Trabajar entre instituciones
La confianza no es una carrera, ni tampoco una competición. Las empresas deben esforzarse por utilizar su ventaja de confianza para fusionarse con ONGs, gobiernos y otros líderes institucionales a fin de impulsar soluciones significativas y pragmáticas.
La lucha contra el cambio climático, las desigualdades o las desventajas educativas no son tareas que las empresas puedan asumir en solitario, por lo que es fundamental buscar la colaboración y el progreso colectivo.
Proporcionar información fiable y honesta.
En la era de la tecnología, la información viaja a una velocidad peligrosa, y gran parte de la desconfianza y polarización del mundo en realidad se deriva de esa realidad. Por lo tanto, existe la responsabilidad de que las empresas (y todas las instituciones) den prioridad a la integridad, los hechos basados en la ciencia y la precisión al distribuir información. Del mismo modo, las empresas también deben esforzarse por detener la desinformación.
Involucrar a los empleados
La confianza y el cambio significativo comienzan desde dentro. De hecho, el barómetro de confianza muestra cómo las personas confían en sus propios empleadores y empresas, lo que significa que los empleados son un actor crucial para promover la despolarización y generar confianza para lo que está por venir.
Involucrar a los empleados es el primer paso para participar en el discurso público y llegar a otras instituciones. Es importante involucrar a los empleados, escucharlos y comenzar una conversación bidireccional. Lejos de las encuestas de satisfacción, los empleados quieren ser parte del cambio y participar en las soluciones pragmáticas mencionadas anteriormente.
Como dicen, un gran poder conlleva una gran responsabilidad, pero ¿pueden las empresas superar la presión y tomar la iniciativa hacia un planeta y una sociedad más saludables?
Seguir la línea de estas últimas acciones podría ser la clave para cambiar el barómetro de confianza del próximo año y encontrar más equidad y estabilidad en la sociedad. Y como dijimos antes, el primer paso es cambiar desde dentro y hacer que los empleados sean campeones para el futuro.
Sostenibilidad, compromiso y confianza
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