Tener una reputación sostenible no es sólo una cuestión de imagen, se trata de construir una estrategia empresarial resiliente y transparente.
La reputación empresarial en términos generales es uno de los mayores activos que tienen las empresas. Hoy en día es imprescindible que esta reputación este alineada con la sostenibilidad y todo lo que ésta abarca.
Desde la responsabilidad ambiental hasta la justicia social y las buenas políticas empresariales, las empresas tienen muchas casillas que cumplir para construir esa reputación, pero el objetivo final (la resiliencia) vale la pena el esfuerzo.
La reputación en tiempos de crisis
La mayoría de las empresas son conscientes del poder de tener una reputación positiva y lo que eso significa para el negocio: clientes leales, diferenciación de marca, buena relación con los grupes de interés, etc.
Pero ¿qué pasa en tiempos de crisis? Tomemos, por ejemplo, una crisis económica; la mayoría de los líderes pondrán la gestión de la reputación al final de sus responsabilidades, sin priorización alguna, y aunque es comprensible, tal vez estarían pasando por alto el punto más importante.
Priorizando la reputación
Sin embargo, hay suficiente evidencia para sugerir que, en tiempos de crisis, priorizar la reputación es algo inteligente. De hecho, sería beneficioso prestar especial atención.
Esto es especialmente cierto cuando se trata de prácticas ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) y cómo estas últimas se traducen en términos de reputación. En tiempos de crisis, las personas son más críticas con las prácticas ESG y, por eso, imprimen estos puntos de vista en las organizaciones.
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Es en tiempos de crisis, como la económica de 2008 o la reciente crisis sanitaria de la covid-19, cuando la gente presta más atención a las empresas, por lo que las empresas deberían prestar más atención a sus propias prácticas reputacionales.
El poder de una reputación sostenible
Pero el verdadero problema radica en los problemas de reputación que esto podría traer a largo plazo, ya que las creencias de las personas están fijadas en una idea determinada sobre una empresa. Ideas que pueden ser muy difíciles de superar y generan un clima de incredulidad y escepticismo.
En el lado opuesto de las cosas, construir y priorizar una buena reputación ESG o sostenible, especialmente en tiempos de crisis, puede hacer que las cosas se disparen para bien.
Una buena reputación pública conlleva mejores relaciones con los grupos de interés. Estos son cruciales para la innovación y la mejora de las prácticas de sostenibilidad, creando un círculo vicioso para una reputación mejor y más sólida.
Trabajar en la estrategia ESG y en su comunicación transparente puede ayudar a las empresas a crecer de forma más sostenible junto con el apoyo del público, diferenciándose aún más y sus formas responsables de hacer negocios.
Guía de la reputación sostenible
¿Cómo y por qué debería esforzarse tu empresa por lograr una reputación sostenible?
Involucra a los empleados en la estrategia de sostenibilidad
Creemos que los empleados están lejos de ser indiferentes a la participación en esfuerzos sostenibles y, de hecho, buscan la oportunidad de participar activamente y encontrar el propósito de tener un impacto positivo a través de sus trabajos.
Es por eso que a través de nuestra tecnología trabajamos para activar y medir el impacto de los empleados, creando un compromiso que se traduce en mejores métricas ESG, valor reputacional y un impacto positivo para el medio ambiente y la sociedad.
Porque el lugar de trabajo puede convertirse en el entorno perfecto para encontrar ese afán colectivo de marcar la diferencia, tanto por la sostenibilidad y el propósito de la empresa como por una forma de ser más sostenible para todos.