La inversión de impacto demuestra que la sociedad exige que las empresas no solo den prioridad a generar beneficios financieros. Los consumidores y la sociedad en general esperan que las empresas también hagan el bien y tengan un propósito.
¿Qué es la inversión de impacto?
Las inversiones de impacto son aquellas inversiones que son realizadas con la intención de generar un impacto social y medioambiental positivo y medible junto con un rendimiento financiero.
El creciente mercado de inversiones de impacto proporciona capital para abordar los retos más exigentes del mundo en sectores como:
- Agricultura sostenible
- Energías renovables
- Conservación
- Microfinanciación
- Servicios básicos asequibles y accesibles (salud, vivienda y educación).
Una de las claves de la inversión de impacto es la intención de crear un impacto social o medioambiental positivo. Esto difiere de la inversión ética o de la inversión responsable, que generalmente buscan evitar cualquier impacto negativo pero no necesariamente buscan crear un impacto positivo.
¿Cuáles son los elementos de la inversión de impacto?
La práctica de la inversión de impacto se compone de los siguientes elementos:
- Intencionalidad: la inversión debe tener la intención de generar un impacto social o medioambiental positivo.
- Rentabilidad económica: Se espera que las inversiones de impacto generen un rendimiento financiero del capital o, como mínimo, un retorno del mismo.
- Impacto medible: se deben cuantificar y comunicar los impactos generados, positivos o negativos.
Medición del impacto
El inversor tiene el compromiso de medir e informar sobre el rendimiento social y medioambiental. Además de garantizar la transparencia y la responsabilidad, al mismo tiempo que informa sobre la práctica de la inversión de impacto.
Los enfoques de los inversores respecto a la medición del impacto pueden variar en función de sus objetivos y capacidades.
Las mejores prácticas de medición del impacto para este tipo de inversiones, generalmente, incluyen lo siguiente:
– Establecer y declarar los objetivos sociales y medioambientales a las partes interesadas.
– Establecer métricas/metas de rendimiento relacionadas con estos objetivos (tratando, siempre que sea posible, utilizar métricas estandarizadas).
– Supervisar y gestionar el rendimiento de las empresas en las que se invierte con respecto a estos objetivos.
– Informar de los resultados sociales y medioambientales a las partes interesadas.
¿Por qué apostar por la inversión de impacto?
El mercado de la inversión de impacto ofrece distintas oportunidades para que los inversores promuevan soluciones medioambientales y sociales a través de inversiones que además producen rendimientos financieros.
En el creciente mercado de inversiones de impacto, se han estado introduciendo muchos tipos de inversores motivados habitualmente por:
- Bancos, fondos de pensiones, asesores financieros, entre otros, pueden ofrecer diferentes oportunidades de inversión a los clientes con interés en causas sociales y/o medioambientales generales o específicas.
- Inversores gubernamentales e instituciones de financiación del desarrollo pueden proporcionar pruebas de viabilidad financiera a los inversores del sector privado al mismo tiempo que se dirigen a objetivos sociales y medioambientales específicos.
- Fundaciones familiares e institucionales pueden aprovechar mayores activos para promover sus objetivos sociales y medioambientales principales.
Inversión de impacto y objetivos de desarrollo sostenible
Cada Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) tiene metas que requieren algún tipo de inversión financiera. Si analizamos los ODS, encontramos categorías como la reducción de la pobreza, el aumento de la igualdad de género, el acceso a la energía limpia y asequible y la creación de ciudades y comunidades más sostenibles.
Actualmente se están creando empresas para mejorar el bienestar social y medioambiental. Sin embargo, necesitan financiación para desarrollarse. Aquí es donde la inversión de impacto desempeña un papel fundamental, ya que ha desbloqueado el capital privado para abordar los problemas de la sociedad.
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