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Los 7 errores más comunes de la gestión de los criterios ESG

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ESG ‘environmental, social and governance’  es un término utilizado cada vez más por la comunidad de inversores. Para las empresas, un programa ESG se refiere a las políticas, los sistemas de gestión y los procesos que la organización tiene en marcha para gestionar los riesgos materiales ambientales, sociales y de gobernanza.

 

Los criterios ESG como oportunidad de éxito

Un gran número de empresas reconoce la oportunidad de éxito a largo plazo que se obtiene como resultado de una estrategia eficaz en materia medioambiental, social y de gobernanza (ESG). Las elevadas expectativas de los grupos de interés (inversores, clientes,  empleados y la sociedad en general), indican que un alto rendimiento en materia de ESG se puede traducir en un mejor acceso al capital, al talento y a las oportunidades de negocio.

Para desenvolverse con éxito en un cambiante y complejo panorama como es el de los criterios ESG, las empresas deben evitar enfoques que puedan llevar a la pérdida de oportunidades.

Los principales errores al gestionar los ESG

A continuación, exponemos algunas de las ideas erróneas más comunes entre las empresas a la hora de abordar la gestión de los criterios ESG:

  • Exceso de atención a las calificaciones(ratings)

Muchas veces, las empresas consideran que la mejora de su posición en materia ESG supone una mejora de sus calificaciones por parte de las agencias de calificación.

Una empresa que se centra exclusivamente en la mejora de su calificación, puede correr el riesgo de asignar más recursos a dar información en lugar de desarrollar estrategias que se adapten a las perspectivas únicas de la empresa y a su exposición al riesgo.

Ciertamente, las calificaciones positivas pueden servir de ayuda para que las empresas obtengan reconocimiento. Sin embargo,  deben ser consideradas como el resultado de los esfuerzos que ha realizado la empresa.

Es importante que las empresas se centren en su propia perspectiva sobre cómo gestionar sus riesgos y oportunidades materiales en materia de ESG y que utilicen las opiniones de terceros como aportaciones, no como fines en sí mismos.

Que las empresas se centren en su propia perspectiva sobre cómo gestionar sus riesgos y oportunidades materiales en materia ESG es de vital importancia.

  • Abordar los criterios ESG únicamente desde la comunicación

Intentar mejorar la imagen de la empresa, centrándose únicamente en la estrategia de comunicación y relaciones públicas sin contar con un sistema de gestión sólido que aborde los riesgos materiales, puede exponer a la empresa a crisis reputacionales importantes.

Si bien es cierto que la comunicación puede ayudar a las empresas a ganar reconocimiento y que una acción pierde buena parte de su relevancia si se realiza, pero no se comunica. Es importante que las empresas centren su atención y esfuerzos en realmente contar con una estrategia de gestión en materia ESG eficaz.

  • Falta de supervisión por parte del consejo de administración y de la dirección

Como la estrategia de gestión ESG de la empresa debe situarse como parte fundamental de la visión y los valores de la empresa, la participación del consejo de administración y de la alta dirección, es esencial.

Por consiguiente, el consejo de administración y la alta dirección no solo deben supervisar, sino que también deben impulsar la estrategia ESG de la empresa, alineándola con la estrategia empresarial.

  • Desvinculación con la estrategia empresarial

Para que una estrategia ESG tenga éxito, no debe plantearse por separado a la estrategia de negocio de la empresa. Una estrategia ESG que no tenga en cuenta los objetivos estratégicos de la empresa y no informe a la estrategia corporativa principal no cumple su propósito.

En muchas ocasiones, esas desvinculaciones pueden suceder cuando no se ha realizado una evaluación exhaustiva de los asuntos materiales.

  • Enfoque orientado al cumplimiento

Cuando las empresas presentan sus programas ESG haciendo referencia únicamente al cumplimiento de las normas y reglamentos en materia de medio ambiente, prácticas laborales, salud y seguridad, entre otras. Puede parecer reactivo e indicar una resistencia a ir más allá de los requisitos mínimos.

Para posicionarse como líderes, las empresas deberían mostrar de manera proactiva los mejores programas, que superen los requisitos mínimos como parte de una estrategia en materia ESG.

  • Incoherencias en la empresa

Las empresas deben trazar sus políticas y programas en todas las unidades de negocio, geografías, segmentos y alinear los esfuerzos en toda la empresa para tener un enfoque coherente con prácticas equivalentes sobre cómo abordar los riesgos materiales.

La falta de una coordinación adecuada puede acabar en que la empresa adopte diferentes normas en distintas divisiones sin un razonamiento claro. Como consecuencia, este enfoque puede  dejar ¨vacíos¨ en los programas de gestión ESG de la empresa con la consiguiente exposición al riesgo.

  • Falta de evaluación y control de seguimiento

Para supervisar el rendimiento en materia ESG, es importante una continua y exhaustiva  recopilación de datos e información. La falta de seguimiento del rendimiento en materia de ESG puede llegar a impedir que la empresa pueda progresar y recibir mérito por todos sus esfuerzos y sus iniciativas en curso mediante la presentación de informes.

Crear metodologías y mecanismos para la recopilación adecuada de información para posteriormente tener una correcta gestión del rendimiento, supone grandes esfuerzos para las empresas. Sin embargo, puede llegar a ser decisivo para establecer un programa exitoso.

La evaluación periódica de la eficacia de los programas de la empresa, es clave a la hora de ajustarse para lograr mejoras continuas.

FUENTE : The Seven Sins of ESG Management Publicado por Kosmas Papadopoulos y Rodolfo Araujo, FTI Consulting, el miércoles 23 de septiembre de 2020

 

Aprovechar al máximo la oportunidad que ofrece un sistema de gestión ESG

Estos ¨errores más comunes¨ de la gestión ESG no tienen por qué calificarse como ¨fatales¨ para las empresas, sin embargo, pueden resultar peligrosos, ya que pueden dar lugar a enfoques mal gestionados o superficiales de la gestión de riesgos.

Una empresa puede aprovechar al máximo la oportunidad que ofrece un sistema de gestión ESG sólido para abordar los riesgos y proteger el valor de los accionistas a largo plazo.

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